En un mundo interconectado, la ciberseguridad se ha convertido en un pilar fundamental para garantizar la continuidad y la integridad de los servicios esenciales. Empresas, organizaciones y proveedores de servicios de seguridad se enfrentan a desafíos cada día para mantener la integridad de sus sistemas, especialmente en lo que respecta a los terminales, aplicaciones y redes que utilizan.
Uno de los principales retos de ciberseguridad, que viene de la mano de la movilidad, es el manejo de terminales, los cuales funcionan como puntos de acceso a nuestra red y conectan a los usuarios con los servicios o herramientas que facilitan el trabajo remoto del equipo. Si estos equipos no están bien protegidos, pueden convertirse en el talón de Aquiles del sistema, poniendo en peligro tanto sistemas vitales como información valiosa. Además, el acceso a través de aplicaciones móviles y sitios web, que son el rostro de muchos servicios ante los clientes, también plantean importantes desafíos de seguridad.
Redes no seguras en servicios esenciales
Las redes son el principal canal de transmisión de información. Una red no segura puede ser el caldo de cultivo para ataques de diversa índole, desde la intercepción de datos hasta ataques de denegación de servicio, que pueden incapacitar servicios específicos o comprometer la integridad operativa de una organización. Soluciones de seguridad como Samsung Knox Matrix permiten que los usuarios no tengan que comprometer su conectividad para estar protegidos, ya que minimiza las brechas de seguridad durante la autenticación de los dispositivos mediante la supervisión de varias capas.
En este contexto, el servicio de Knox Asset Intelligence (KAI) se descubre como una herramienta esencial para el departamento de tecnología, proporcionando información que muestra los fallos al conectar terminales a Internet, las zonas de baja cobertura, la utilización de aplicaciones en los dispositivos corporativos, etcétera. Con esta información se mejora la gestión, añadiendo puntos de acceso donde sean necesarios y supervisando el comportamiento de las aplicaciones para garantizar la seguridad y la eficiencia operativa.
La ciberseguridad respaldada por la inteligencia artificial se posiciona como un elemento que ayuda a garantizar la resiliencia
Además, KAI habilita a los administradores para localizar terminales, evaluar la latencia de los servidores y gestionar la memoria de los dispositivos, facilitando acciones proactivas como el reemplazo de equipos con baterías deficientes. La reciente inclusión del Security Center en el panel de KAI aporta una visión detallada de las vulnerabilidades que afectan a los terminales, sugiriendo a los administradores cómo proceder para bloquear las amenazas emergentes.
Inteligencia artificial
En este escenario, las soluciones de seguridad potenciadas por la inteligencia artificial emergen como un aliado que aporta un gran valor. La inteligencia artificial puede analizar grandes cantidades de datos en tiempo real, identificando patrones anómalos que pueden indicar una amenaza emergente, como un aumento anómalo en el tráfico de red que podría ser indicativo de un ataque de denegación de servicio en proceso.
La inteligencia artificial también puede generar un entorno de ciberresiliencia, anticipando vulnerabilidades y descubriendo debilidades en las aplicaciones o en la configuración de la red antes de que se produzca cualquier brecha de seguridad. Esto permite a las empresas tomar medidas correctivas de manera proactiva.
Dentro de la capacidad de datos de la inteligencia artificial se pueden crear escenarios con posibles problemas que aún no han ocurrido antes de que afecten a la organización. Si los sistemas preventivos no han sido suficientes, la inteligencia artificial también puede ayudar en la respuesta rápida ante incidentes. Al detectar una brecha de seguridad, los equipos encargados pueden actuar rápidamente para contener y mitigar el ataque, minimizando así el impacto en el servicio y en los usuarios.
En definitiva, la incorporación de la inteligencia artificial en la planificación de ciberseguridad debe ser un pilar en la estrategia para anticiparse a las amenazas, minimizar los riesgos y garantizar una respuesta rápida ante incidentes. A medida que los servicios esenciales continúan evolucionando y la dependencia de la tecnología se profundiza, la ciberseguridad respaldada por la inteligencia artificial se posiciona como un elemento que ayuda a garantizar la resiliencia y la confianza en un mundo digital.
