Red Seguridad 106
82 red seguridad tercer trimestre 2024 opinión ello podría ser lo ocurrido en octubre de 1938, cuando Orson Wells, versionando La guerra de los mundos por la radio, provocó de forma no deseada una situa- ción de caos y pánico. La desinformación ¿Qué se consigue? El principal objetivo de la desinformación o la propagación de un bulo es influenciar en el pensa- miento de las personas para conseguir dirigirlo en un sentido u otro, y que con ello se pueda modificar el devenir de acontecimientos existentes y/o futuros, o generar nuevos acontecimientos. ¿Quién lo puede llevar a cabo? La uti- lización de la desinformación puede lle- varla a cabo cualquiera. Los intereses, además, pueden ser diversos, desde la pura competencia privada, desprestigio de personas, proyectos, empresas, etcé- tera, hasta la intervención de gobiernos sobre la propia población nacional o la influencia en gobiernos y países extran- jeros, entre otros. Esto no significa que nada de ello sea legítimo, pero si existe el acceso a la tecnología y unos intereses parti- culares, resulta difícil poder evitar que se propaguen bulos, por sencillos y próximos que estos puedan resultar. De hecho, hemos conseguido dar for- ma tecnológica a los manuales y pro- cedimientos de contrainteligencia, así como abaratar sus costes de aplica- ción, haciéndolos llegar a todos. Como se ha comentado anteriormen- te, la tecnología evoluciona a un ritmo vertiginoso, ya sea en robótica, inteligen- cia artificial y automatización, drones, coches autónomos o semiautónomos, biotecnología, conectividad, ciudades inteligentes, redes 6G o 7G, computa- ción cuántica... Tratándose de tecnolo- gías que ya están ahí y que algunas ya forman parte de nuestro entorno. ¿Qué significa esto? La evolución e instalación de estas tecnologías en nuestra sociedad significa vivir codo con codo con la desinformación. En es- tos momentos, el ser humano tiene las herramientas para generar esos bulos y propagarlos, pero mediante esta evolu- ción de las tecnologías podemos llegar a que no sea el ser humano quien le dé al botón para difundirla, sino que “algo” lo haga por nosotros. ¿Cómo combatirlo? En este punto, quie- ro trasladar mi miedo racional y contro- lado sobre la evolución tecnológica. To- dos somos conscientes de la resistencia al cambio que por naturaleza tiene el ser humano, lo que lleva a que los cambios normalmente tengan una evolución tem- poral hasta su completa interiorización. En el caso de la desinformación, no significa que al final se vaya a imponer y tengamos que hacer uso de ella para subsistir. Pero sí que debemos ser cons- cientes de que puede llegar a formar parte del día a día, y que debemos ser nosotros quienes combatamos esas si- tuaciones de desinformación. Por ello, debemos volver al origen del uso de la información durante todos los tiempos; es decir, la forma de combatir la desinformación es a través del cono- cimiento, del contraste de información para verificarla y poder descartarla y, sobre todo, no ser partícipes pasivos de esa desinformación. Precisamente, algo de lo que se aprovechan estos actores es la utilización de terceros que les van a servir como medio de propagación. ¿Estamos preparados para aprender a la velocidad a la que evoluciona la tec- nología? Debemos combatir la desinformación con conocimiento, contrastando la información y sin permanecer pasivos frente a ella
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