Red Seguridad 105
62 red seguridad segundo trimestre 2024 monográfico inteligencia artificial Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana, había periodistas, escritores y redactores de textos y de contenidos de diversa índole. Eran seres humanos que, a veces, expresaban un talento particular en el uso de la pala- bra escrita y que, las más de las veces, habían estudiado durante años para for- marse y aprender un oficio: contar con- ceptos y conocimientos complejos de una forma accesible a todos. Hoy, en nuestra Tierra, con la llegada de la inteligencia artificial (IA) y de he- rramientas como ChatGPT, parece que estos seres humanos están destinados a desaparecer en la rapidísima vorágine tecnológica que desde hace unos años engulle muchos conocimientos y oficios. O eso piensan muchos... Pero ¿es la IA lo mejor que le ha pa- sado a la humanidad o el peor error de todos? “La inteligencia artificial tiene el potencial de revolucionar nuestro mun- do. Podría ser el mayor logro de la his- toria de nuestra civilización… pero tam- bién el último, a no ser que aprendamos cómo gestionar sus riesgos 1 ”. Stephen Hawking, el profesor de Cambridge, pronunció esta sibilina frase durante la inauguración de su nuevo laboratorio de investigación, el Centro Leverhulme para el Futuro de la Inteligencia, en 2016. Una advertencia que reavivó los innu- merables pensamientos apocalípticos sobre el futuro de la IA, pero que en rea- lidad parece volver a poner todo en ma- nos de la humanidad: nosotros mismos determinaremos si esta herramienta nos llevará al éxito o a la ruina. De hecho, la IA representa un reto complejo, con riesgos y oportunidades que hay que considerar cuidadosamen- te. Por un lado, existen preocupaciones relacionadas con la seguridad y su uso indebido. Algunos temen que pueda ser explotada por ciberdelincuentes o que se vuelva incontrolable. Por otro, su uso puede mejorar la productividad empre- sarial, así como ayudar para detectar actividades sospechosas y mitigar los riesgos asociados a la IA generativa. La transparencia y las pruebas continuas de los algoritmos son fundamentales para abordar estos retos. En resumen, la IA es una oportunidad, pero requiere cui- dado y responsabilidad en su aplicación. Riesgos Como dijo Qui-Gon Jinn, “La capacidad de hablar no te hace inteligente”. La respuesta, como suele ocurrir, es compleja y depende de muchos facto- res. De hecho, no se pueden negar las ventajas que ofrece esta herramienta, capaz de superar las limitaciones huma- nas: recopila y procesa grandes cantida- des de datos con rapidez, no se cansa, no se distrae y, sobre todo, no comete errores. No es casualidad que el aumen- to del uso de programas basados en IA haya traído consigo oportunidades sin precedentes en la productividad de las empresas. Sin embargo, no se puede pasar por alto su temible “lado oscuro”. Según el Estudio 3443 sobre Inseguridad en la Red 2 , elaborado por el Centro de Investi- gaciones Sociológicas en febrero de este año, el 89,1 por ciento de la población considera que existen riesgos en el uso de la IA; y de éstos, casi el 90 afirma que dichos riesgos son “muy graves” o “bas- tante graves”, siendo la manipulación de imágenes para crear contenidos falsos, la imposibilidad de distinguir lo real de lo creado mediante IA y la desaparición de ciertas profesiones las cuestiones que más preocupan a los españoles. Además, el 92,5 por ciento considera necesario que se establezcan limitacio- nes a la propagación de información falsa en la Red. Frente a estas preocupaciones, la IA también puede suponer una ayuda real en la lucha contra la ciberdelincuencia. Es más, puede utilizarse para detectar actividades sospechosas y anomalías en la red, identificar riesgos técnicos en los sistemas de hardware y software y diversas amenazas gracias a su capa- cidad para priorizar los diferentes nive- Inteligencia artificial: ¿riesgo u oportunidad? M ar S ánchez Country Manager de Cyber Guru
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