Red Seguridad 105

red seguridad segundo trimestre 2024 3 editorial El Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea acaban de publicar el esperado Reglamento de Inteligencia Artificial (IA), lo cual supone un hito en sí mismo por ser la primera regulación en el mundo sobre esta emergen- te tecnología. Esta normativa aborda diversos tipos de riesgos asociados al uso seguro de la inteligencia artificial, prohibiendo ciertas prácticas consi- deradas inaceptables para la Unión y fomentando otras necesarias como la transparencia, la ciberseguridad, la gobernanza de los datos, la notificación de incidentes, la certificación o la seguridad por diseño. Algo especialmente aplicable a los considerados “sistemas de alto riesgo”, que a grandes riesgos se refiere a aquellos destinados a su uso como componente de seguridad y que requieran una evaluación de conformidad de terceros para su introduc- ción en el mercado. La ciberseguridad ocupa un lugar central en el Reglamento Europeo de IA, reflejando la necesidad de proteger los sistemas contra las amenazas y ata- ques que podrían comprometer su integridad y funcionamiento. Los provee- dores de esta tecnología deben adoptar medidas adecuadas para garantizar la robustez de sus sistemas frente a intentos de alteración maliciosa, espe- cialmente cuando subyace un alto riesgo, lo cual fomenta la seguridad por diseño, aunque veremos con qué resultados. La protección de datos y la privacidad de las personas es otro de los asuntos cruciales del reglamento. La norma está orientada a garantizar estos derechos a lo largo de todo el ciclo de vida de los sistemas de IA. Para cumplir con estos principios, los proveedores deben adoptar medidas técnicas avanzadas como la anonimización y el cifrado de datos. Estas medidas pretenden proteger los datos, de manera que solo se utilicen los estrictamente necesarios para su funcionamiento. No cabe duda de que la publicación del Reglamento Europeo de IA marca el camino inicial de la normativa de una tecnología que tiene el potencial de transformar nuestras sociedades. Una tecnología cuya evolución no es clara y la cual requerirá en el futuro más regulación, ya sea como evolución de esta primera o a través de nuevas normas; pues las capacidades de la IA tienen tal alcance que seguramente veamos en no muy largo plazo cambios de gran magnitud. Mientras tanto, el Reglamento Europeo de IA pone las bases de una regulación muy enfocada a proteger el individuo y en ordenar el mercado inte- rior. Cuestión que, eso sí, ya despierta controversia en términos de competitivi- dad, innovación y desarrollo tecnológico si se compara con otras regiones. Reglamento IA: un hito con incertidumbre La evolución de la inteligencia artificial no es clara y requerirá en el futuro más regulación, ya sea como evolución del Reglamento IA o a través de nuevas normas

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