Red Seguridad 104

red seguridad primer trimestre 2024 59 expertos A corto plazo, la inteligencia artificial es uno de los retos más inmediatos. Por un lado, está siendo utilizada para generar malware o técnicas más avanzadas de ataque capaces de comprometer siste- mas con mayor facilidad; y en su con- trapunto, se emplea para fortalecer la ciberseguridad, detectando anomalías y respondiendo automáticamente a amenazas. Por ello es importante que se invierta en ciberseguridad basada en in- teligencia artificial en los próximos años. Otro de nuestros mayores desafíos es crear una cultura donde la seguridad sea una responsabilidad de todos y la ciberseguridad una ciencia transversal a todas las áreas de conocimiento. Asimismo, es importante que se afron- te una adaptación normativa, reforzando las medidas y los controles de seguridad y abordando las necesidades presentes y futuras. Porque debemos minimizar el problema de que la legislación vaya siem- pre por detrás de las tecnologías. Mientras esto no se resuelva, la sensación de impu- nidad hará que los ciberatacantes conti- núen creciendo en recursos, conocimien- to, personas y, sobre todo, beneficios. La ciberseguridad se ha convertido en un pilar fundamental para la supervi- vencia de las empresas. No en vano, los ciberdelincuentes no se detienen. Sus técnicas cada vez más sofisticadas exi- gen defensas más robustas y adaptables. Y la privacidad de los datos también se posiciona como un desafío crucial, con organizaciones que recopilan y almace- nan grandes cantidades de información. Preparar a la próxima generación de profesionales en ciberseguridad es vital para afrontar los nuevos retos que se avecinan. A su vez, la cooperación sec- torial, nacional e internacional se vuelve indispensable para combatir las amena- zas cibernéticas. Así, los cinco pilares que debe forta- lecer una organización los podemos encuadrar en anticipación, prevención, detección, análisis y reacción. En definitiva, el panorama de las cibera- menazas no deja de crecer, con un riesgo cada vez mayor de impactos críticos. Sin embargo, con la inversión y el enfoque adecuados podemos estar preparados para enfrentar estos desafíos y construir un futuro más seguro y resiliente. Los grandes retos estarán relaciona- dos con una mayor sofisticación de los ataques como consecuencia del uso de tecnologías como la inteligencia ar- tificial o el machine learning por parte de los ciberdelincuentes, además de la mejora de sus tácticas, técnicas y pro- cedimientos, lo que hará más compleja la detección y respuesta. La proliferación del uso de las nuevas tecnologías en vehículos, la sensoriza- ción, la automatización de procesos y el Internet de las Cosas abren la puerta a nuevos vectores de ataque que deberán afrontarse a través de la inclusión de la seguridad en el diseño y la implantación de medidas de seguridad específicas. Además, la disponibilidad de perfiles de ciberseguridad especializados será otro reto considerando el crecimiento de la demanda, lo que dificultará a las organizaciones poder contratar y, sobre todo, conservar el personal necesario. El ciberterrorismo y los ataques dirigi- dos que son perpetrados por grupos orga- nizados y bien financiados también están siendo cada vez más frecuentes y van a implicar el despliegue de más medios. José Fernández Responsable de Seguridad de la Información en la Autoridad Portuaria de Valencia David Gil Director de consultoría estratégica en ciberseguridad y transformación digital Mabel González CISO del Servicio Madrileño de Salud

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