Red Seguridad 089
34 red seguridad segundo trimestre 2020 libertad de expresión y otra la liber- tad para desinformar. Ahí deberíamos tener una línea roja. Internet nació como la gran espe- ranza para la libertad de las socie- dades. ¿Cree que sigue siendo así? Internet nació como una red abier- ta, y lo que hemos hecho ha sido vehicularla a través de una serie de plataformas, con lo cual ya estamos solidificando lo que era fluido y, por lo tanto, está perdiendo su espíritu. Yo creo que sigue teniendo esa capa- cidad inicial, pero tendremos que reconducirlo. Tim Berners-Lee, el fundador de la World Wide Web, está llevando a cabo un proyecto, llamado Solid, que apunta a volver a una Internet abierta distribuida en la cual seas tú quien acceda directamente a los conteni- dos, en lugar de que haya buscado- res que prioricen aquellas partes de la verdad que, según su criterio, te interesa conocer. Creo que Internet sigue teniendo ese potencial para ser el vehículo para la libertad de las sociedades y de las personas individuales. Pero tal y como está ahora mismo, probable- mente se ha convertido más en un elemento favorecedor de los intereses de Estados y empresas que de las personas y de la sociedad civil. ¿Cuáles diría que son los gran- des retos de ciberseguridad de España para los próximos años? Como he comentado, estamos generando muy buen talento en las universidades, pero nos falta rete- nerlo, así como crear esa estructura empresarial, fiscal y de financiación que permitan explotar ese talento. Necesitamos también que la cultura de ciberseguridad permee mucho más en la Administración, en las empresas y en los ciudadanos. Que se entienda nuestro yo digital, que tengamos mucha mayor conciencia de la importancia de nuestros datos. Nuestros unos y ceros son como nuestra carne y hueso en el mundo digital. Tan importante ahora mismo es nuestro mundo físico como nues- tro mundo digital, donde vivimos buena parte de nuestro tiempo. de noticias, que te dicen el hecho objetivo que ha ocurrido, en lugar de leer el periódico, en el cual ya entra el sesgo político, ideológico o económico. Lo primero es tener una base sobre la cual poder construir tu relato, tu verdad. En segundo lugar, está la formación y el espíritu crítico de la sociedad civil. Debemos esforzarnos en adquirir la información suficiente y tener el espí- ritu crítico para distinguir lo que es información de lo que es opinión. Finalmente, necesitaremos que, desde las instancias oficiales, a todos los niveles de la Administración, se penalice aquello que atente contra la buena convivencia. No se trata de censurar ni de evitar la protesta o la opinión, pero sí la manipulación que pueda afectar a la cohesión social. Hay una línea muy delgada entre la manipulación, la censura y la libertad de expresión. Pero una cosa es la ¿Qué tenemos que hacer al res- pecto? Pues lo que necesitamos es transparencia, educación y espíritu crítico. Es muy difícil luchar contra la generación de las falsas noticias, e incluso se puede caer en la censura de una manera muy fácil y bastante subjetiva. Lo que tenemos que hacer es evitar que esas falsas noticias afecten a la ciudadanía a través de la educación. Tenemos que educarnos para pensar más despacio y profun- dizar mucho más en las ideas, tener más espíritu crítico. ¿Qué actores deberían ser los que más se involucren para conseguir luchar contra la desinformación? Hacen falta tres actores, fundamen- talmente. Por un lado, necesitamos medios de comunicación capaces de distinguir entre la línea editorial y la noticia. A veces yo voy directa- mente a los titulares de las agencias Usted participará como ponente en el evento Cloud & Ciber Security Expo. ¿Qué tema va a desarrollar en ese encuentro? Voy a hablar de la ética en la inteligen- cia artificial. Estoy haciendo mi tesis doctoral sobre ese tema y lo enfocaré no solo hacia una ética generalista, sino también a los aspectos concre- tos que tenemos que implementar en las soluciones de Inteligencia Artificial para que realmente tengan una apli- cación al servicio de las personas, y no que las personas estemos al servicio de las tecnologías y al ritmo que se quiere imponer. ¿Hasta qué punto puede la Inteligencia Artificial cambiar el mundo tal y como lo conocemos? Puede cambiarlo en la medida en que le permitamos nosotros, porque somos nosotros quienes vamos a programar la Inteligencia Artificial. A cinco o 10 años vista, vamos a ver cómo la Inteligencia Artificial nos va a permitir hacer cosas com- pletamente distintas. No solo como herramienta, sino como complemen- to a nuestra propia inteligencia. Yo entiendo que hay tres tipos de inte- ligencia artificial: una dura, que sería la aplicada a la robótica; una blanda, que es la que vemos en los chatbots y asistentes digitales; y una biológica, que enlaza con nuestra propia inteli- gencia para complementarla. Teniendo en cuenta que quienes programan esas soluciones son personas, ¿cuál es el principal pro- blema en lo que a la ética se refiere? Tenemos que conseguir que la Inteligencia Artificial respete dos características fundamentalmente. Por un lado, tenemos que ser capa- ces de comprender el funcionamiento de los algoritmos, saber en todo momento la lógica que hay detrás. Y por otro lado, tenemos que mantener el control de los procesos que se desarrollan. Si comprendemos lo que hacen y mantenemos el control, esta- remos reteniendo al mismo tiempo la responsabilidad sobre sus actos. De esa manera, seguiremos ejerciendo el poder sobre las acciones que realiza la Inteligencia Artificial. "En unos años, veremos cómo la Inteligencia Artificial nos permite hacer cosas completamente distintas" Ángel Gómez de Ágreda será uno de los ponentes destacados del evento Cloud & Ciber Security Expo, que se celebrará los días 28 y 29 de octubre, en el recinto ferial de Ifema. experto entrevista
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