red seguridad 075

red seguridad cuarto trimestre 2016 45 organización opinión fecto" como aquello "que tiene el mayor grado posible de bondad o excelencia en su línea" y "que posee el grado máximo de una determinada cualidad o defecto". Por ende, el per- fecto experto en ciberseguridad será aquel que tenga el grado máximo posible de excelencia. Esto es como el Santo Grial de los profesionales, que sólo hay uno verdadero y nadie sabe dónde está; bueno, hay alguno que cree que lo tiene en su casa y, por si acaso es el auténtico, lo man- tiene guardado bajo llave para que nadie lo vea. Si usted, lector o lectora, opta por la perfección, le auguro un círcu- lo vicioso de obsolescencia progra- mada que le imposibilitará disponer de horas facturables a desarrollar en su negocio, ya que toda formación- certificación será insuficiente. Para mantener el grado máximo de forma- ción-certificación, sería necesario una inversión brutal en tiempo y dinero, con la particularidad de que, una vez finalizadas, deberían ser retomadas desde el principio para actualizarse en todas ellas. A esto, sumaríamos una dificultad tan grande como descono- cida: ¿cuántos cursos, formaciones, certificaciones y títulos de cibersegu- ridad se conocen? Másteres, post- grado, curso multidisciplinar, certifica- ción, diploma especialista… Si con todo esto, sigue apostan- do por la perfección, citaré al señor Frédéric Fanget diciendo que “la per- fección no existe, a lo único que podemos llegar es al progreso”. No es que quiera llevarles la contraria, pero estoy totalmente de acuerdo con el señor Fanget. Y ahora vamos a hablar de la exce- lencia. Empezaremos diciendo que la Real Academia de la Lengua Española la define como “superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y estimación”. Si compara- mos las definiciones de perfección y de excelencia, podríamos entender que la perfección es el máximo grado de excelencia, por lo que podríamos asemejar matemáticamente la perfec- ción con el infinito (∞) y la excelencia como el infinito menos uno: ambos igual de inalcanzables. La realidad es que, en el caso de que usted se decante por la opción de excelencia, significa que prima la satisfacción (personal y profesional) junto a la consecución de metas y el equilibrio, en aras de un objetivo más accesible que lo puramente ideal. Equipo organizado Ahora intentaré hacerles una pro- puesta de cómo conseguir la exce- lencia mientras se progresa hacia la perfección: sustituir en la ecuación el concepto "persona" por el con- cepto "equipo". Y volvemos a la Real Academia para buscar la definición de "equipo" y nos encontramos con un "grupo de personas organizado para una investigación o servicio determi- nados". Entonces tenemos un plan- teamiento comprensible y abordable, siempre que tengamos en cuenta el significado del término clave que, en mi opinión, es "organizado": organizar es "establecer o reformar algo para lograr un fin, coordinando las perso- nas y los medios adecuados". Todos sabemos lo difícil que es conseguir un equipo organizado y multidisciplinar en una empresa de verdad: existen problemas organizati- vos interdepartamentales, agravados por el hecho de que cada uno habla su propio idioma, no hay interés por la comunicación y las funciones y tareas asignadas no dejan lugar a la improvisación. ¿Perfección? No existe. ¿Excelencia? Imposible. ¿Equipo? Nadie dijo que fuese fácil, pero hay que conseguirlo porque es necesario. En vez de intentar que un profesional abarque todo, vamos a organizar un equipo de personas expertas, cada una en lo suyo, que trabajen coordi- nadas en el progreso de sus tareas. Nextel apuesta por la excelencia de su equipo, sin estar basada ni condicionada por la perfección de todos y cada uno de sus componen- tes. Creemos en concentrar nues- tros esfuerzos en la consecución de un equipo de trabajo multidisciplinar, cuyo valor será siempre mayor a la suma del valor de sus componentes, mediante la creación y utilización de sinergias, lo que se traduce en que uno más uno es más que dos (pues sí que estamos bien en matemáticas). Existe tanta oscuridad y desconoci- miento en el mundo de la seguridad que la importancia de la suma de esfuerzos se convierte en fundamental para conseguir algo de luz. Y acabo con una referencia a los All Blacks (equipo nacional de rugby de Nueva Zelanda) como ejemplo de grandísi- mos jugadores que, individualmente, son excelentes, pero juntos son (casi) perfectos, incluso cuando se enfren- tan a equipos que incorporan su parti- cular Frankenstein... En vez de intentar que un profesional abarque todo, vamos a organizar un equipo de personas expertas que trabajen coordinadas en el progreso de sus tareas.

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