La ciberseguridad es tan relevante en nuestra sociedad actual, tan fundamental, que no solamente nos afecta en el momento de acudir y actuar sobre un caso concreto, sino que es muy importante la parte preventiva: todo aquello que debemos prevenir si queremos tener una sociedad ciberprotegida y que nos permita, por ejemplo, hacer frente a hechos inesperados como el dimensionamiento del componente digital que vivimos durante la pandemia.
La irrupción en 2020 del COVID-19 provocó una mayor conciencia y preocupación sobre la ciberseguridad, así como un gigantesco aumento de las conexiones online que puso a prueba la resiliencia de las redes y de los sistemas de telecomunicaciones. Con la aceleración de la transformación digital de todas las áreas y canales de atención, los ciberdelincuentes vieron una oportunidad sin precedentes de actuar y los ataques crecieron de forma exponencial.
Según el Balance Anual de Ciberseguridad que acabamos de elaborar en el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), en 2022 se gestionaron alrededor de 120.000 ciberincidentes que afectaron
a ciudadanos (48 %) y empresas (52%). También contabilizamos más de 14.000 amenazas de malware, 448 incidentes de ransomware y más de 5.000 incidentes de contenido abusivo como pornografía infantil, delitos de odio y casos de ciberacoso. Destacan, asimismo, los cerca de 17.000 incidentes registrados de phishing que provocaron el cierre de más de 650 tiendas online fraudulentas.
Con la ciberseguridad, guardia alta
Nunca debemos, por tanto, bajar la guardia frente al fraude en todas sus expresiones. Mientras las ciberamenazas siguen creciendo, así han de evolucionar y fortalecerse las medidas de seguridad.
Desde Incibe seguimos elevando la confianza digital de los ciudadanos y las organizaciones de España con formación y concienciación, o con servicios como el 017, la Línea de Ayuda en Ciberseguridad, dirigido a ciudadanos, empresas, menores y su entorno. Desde febrero de 2020, el servicio ha atendido más de 184.000 consultas, de las que el 55 por ciento fueron llamadas para prevenir un incidente y el 45 para solucionar un problema de ciberseguridad ya sucedido.
No obstante, para aumentar esa confianza, para adelantarnos a las ciberamenazas que seguirán llegando y para crear una sociedad más cibersegura, necesitamos también talento. La demanda de profesionales en ciberseguridad doblará a la oferta en 2024, hasta alcanzar la cifra de más de 83.000 perfiles necesarios. Porque hoy, más que nunca, necesitamos del mayor y mejor talento en este campo tan exigente, y tan necesario, en nuestra realidad. Ante ello, no habrá virus, informático o sanitario, que nos sorprenda sin estar preparados.
No quiero terminar sin dedicar el merecido agradecimiento a Red Seguridad por impulsar a este sector tan necesario y por contribuir a dar visibilidad y mejorar el ecosistema cíber español. ¡Enhorabuena y a por 20 años más!
