¿Qué tendencias en tecnologías y servicios de ciberseguridad predominarán a lo largo del año 2022?
Durante este año veremos cómo sigue aumentando la adopción del modelo Zero Trust, aunque a un ritmo menor del deseado. Las soluciones de seguridad complementarias, como aquellas que utilizan la inteligencia de amenazas y la detección y respuesta ante incidentes, también experimentarán un crecimiento, aunque dependerá de que las empresas entiendan cómo funcionan realmente y que destinen los recursos suficientes para tener profesionales que sepan interpretar y procesar toda la información que proporcionan estas soluciones.
No obstante, en última instancia, siempre pueden confiar en sus proveedores de seguridad para que seamos nosotros los que nos encarguemos de monitorizar y avisar acerca de posibles ataques.
¿Cuáles diría que serán las principales ciberamenazas a las que tendrán que hacer frente las organizaciones?
Ya en enero observamos una tendencia continuista en lo que respecta a las amenazas dirigidas a empresas españolas. Estamos viendo un interés especial de los delincuentes en la obtención de credenciales de todo tipo que luego puedan ser usadas en ataques dirigidos más peligrosos como el robo y cifrado de la información, sin olvidar que el resurgimiento de la botnet Emotet puede complicar aún más las cosas.
Te interesa: El modelo Zero Trust se basa en la desconfianza por naturaleza.
¿Qué novedades presentará su compañía a lo largo de este año para hacer frente a las ciberamenazas y necesidades de las organizaciones?
Tenemos previstos varios lanzamientos a lo largo de 2022 con la intención de cubrir prácticamente todas las necesidades de las empresas, sin importar su tamaño ni los sistemas a proteger. Además de las nuevas versiones de las soluciones para endpoint, vamos a hacer una fuerte apuesta por los sistemas de detección y respuesta, así como por la detección de amenazas que se aprovechen de vectores de ataque como el correo electrónico sin tener que esperar a que este llegue a una estación de trabajo y analizando su contenido de forma muy rigurosa para impedir que el malware consiga su objetivo.
Igualmente, haremos una importante apuesta por la inteligencia de amenazas, usando para ello toda la potencia que nos ofrecen los millones de sensores desplegados por todo el mundo y la telemetría de Eset. Esto nos permitirá no solo detectar amenazas que ya se estén propagando activamente antes de que provoquen daños considerables, sino también mejorar la detección frente a ataques dirigidos más elaborados y difíciles de detectar por métodos tradicionales.