Congreso de Protección Integral de Servicios Esenciales e Infraestructuras Críticas

La trascendencia de los servicios esenciales para el funcionamiento ordinario de nuestra sociedad hace imprescindible garantizar su continuidad, mejorando la seguridad tanto de las infraestructuras físicas de las redes y los sistemas de información que les dan soporte como de cualquier otro elemento que incida en su producción.

Con esta reflexión, Ana Borredá, presidenta de la Fundación Borredá y directora de Seguritecnia y Red Seguridad, dio la bienvenida a los más de 1.000 profesionales que se inscribieron al Congreso de Protección Integral de Servicios Esenciales e Infraestructuras Críticas (PISE). Tras observar que el evento era una evolución lógica de los tradicionales congresos de protección de infraestructuras críticas (PIC) celebrados en años anteriores, Borredá consideró necesario ampliar la línea de acción.

“Por ello, no solo debemos prestar atención a las infraestructuras críticas y a las redes y los sistemas de información. Además, es importante centrarse en las actividades que, sin ser propias de operadores críticos o servicios esenciales, también merecen una especial protección por su contribución al funcionamiento de estos últimos”, razonó.

Y, a modo de avance, anunció que durante el congreso se llevaría a cabo “una aproximación holística a la protección de los servicios esenciales analizando en profundidad sus distintas facetas: desde la seguridad física hasta la ciberseguridad, y desde la planificación hasta la respuesta y recuperación con la vista siempre puesta en mejorar su resiliencia”.

Nuevo escenario

Seguidamente, Ana Borredá cedió la palabra a César Álvarez. El coordinador de Proyectos de la Fundación Borredá hizo un repaso didáctico al que denominó “modelo de protección de los servicios esenciales en España”. Y destacó: “de un Sistema PIC inicial robusto basado en la seguridad integral y coordinado por el Centro Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas (CNPIC), hemos pasado a contar con dos: uno PIC y otro NIS, fruto de la transposición de la Directiva NIS sobre las medidas destinadas a garantizar la seguridad de las redes y los sistemas de información”.

Ante este escenario, y a tenor de los cambios que se produjeron el pasado mes de agosto en la estructura orgánica del Ministerio del Interior, Álvarez advirtió que es razonable plantearse algunas incógnitas, como, por ejemplo, el papel de la citada cartera en materia de ciberseguridad en lo relativo a la protección de las redes y los sistemas de información de las que dependen algunos servicios esenciales.

Coordinación PIC

A continuación, Fernando Sánchez, director del CNPIC, explicó cuál ha sido el papel de dicho organismo durante la pandemia. Al respecto, resaltó la labor de coordinación del Centro de cara a garantizar que los operadores pudieran prestar sus servicios. “Nuestra actividad se intensificó al decretarse el estado de alarma. Tuvimos que expedir casi 270.000 acreditaciones para facilitar la movilidad, solventamos cerca de 7.000 consultas, realizamos más de 31.000 gestiones y solucionamos 59 incidencias. Además, se celebraron 11 mesas extraordinarias PIC y participamos activamente en el Centro de Coordinación Operativa. Actuaciones valoradas muy positivamente por los operadores críticos en una encuesta”, reveló.

Más de 1.000 profesionales se inscribieron en el Congreso PISE, cuya participación superó en todo momento las 500 conexiones en directo

Según esta última, esclareció Sánchez, la mayoría de los operadores afirmó estar más preparado en seguridad tras la primera ola de COVID-19. Y el 90 por ciento consideró que el apoyo recibido por parte del CNPIC le permitió afrontar en mejores condiciones la situación generada por la pandemia.

Futuros estándares

De cerrar el primer panel del congreso se encargó Eduardo Cobas, vicepresidente segundo de la Confederación Europea de Servicios de Seguridad (CoESS). En la primera parte de su intervención, el ponente anunció que la Comisión Europea (CE) pretendía revisar la normativa de aplicación a las infraestructuras críticas de cara a reforzar su protección tanto física como digitalmente –anuncio confirmado días después por la propia CE–.

Y desde la perspectiva de los proveedores de servicios de seguridad privada, avanzó que se estaba trabajando en un estándar europeo, complementario a la normativa, “que definirá los criterios de calidad de quienes desempeñan su labor en infraestructuras críticas. Hablamos de mecanismos de gestión, políticas contractuales específicas, solidez financiera, requisitos de formación, selección y reclutamiento…”.

Cobas detalló que, a partir de dicha norma, el objetivo es crear otros estándares verticales para cada sector.

Seguridad logística

Antes de concluir la primera jornada, Javier Pumares, jefe del Área de Seguridad de Correos y Telégrafos, compartió la experiencia vivida en la empresa estatal en estos últimos meses. “Un periodo”, comentó, “en el que ha sido prioritario garantizar la prestación del servicio postal universal y la seguridad tanto de los trabajadores como de los clientes”.

En el caso concreto de la seguridad en la logística, resaltó la contribución del proveedor Tecosa con equipos como el HI-SCAN 100100V-2is para inspeccionar la paquetería. Algo prioritario, razonó, teniendo en cuenta que, si bien el riesgo de sufrir un atentado con explosivo es menor que en la época en que la banda terrorista ETA estaba operativa, “existen amenazas de grupos anarquistas y extremistas”.

Pumares completó su intervención destacando la participación de Correos y Telégrafos en proyectos para mejorar la capacidad de detección de comercio ilícito en el ámbito de la Unión Europea. Y recordando que “la seguridad debe formar parte de cualquier comité de crisis y continuidad de negocio”.