¿Has recibido una llamada diciendo que por ser tan «buen cliente» tu compañía eléctrica te va a «bajar la factura de la luz» y que lo único que tienes que hacer es «una comprobación de que los datos son correctos»? Pues ten cuidado, porque es un intento de ciberataque. Coincidiendo con la subida de los precios de la luz, miles de españoles reciben este tipo de llamadas de tipo vishing.
¿Qué es el vishing?
El vishing es una modalidad de phishing, consistente en usar el teléfono para contactar con las víctimas potenciales fingiendo ser un empleado de una institución o empresa. Dependiendo del tipo de estafa, el la suplantación de identidad puede ser de un alto ejecutivo o de un empleado del departamento comercial. En cualquier caso, el objetivo es conseguir los datos financieros de la víctima, específicamente las contraseñas de cuentas bancarias. El método usado por los ciberdelincuentes para realizar estas estafas digitales tiene dos etapas.
Primero recopilan la información básica de la persona a quien pretenden timar: nombre completo, número del documento de identidad, número de teléfono, dirección. Tras apropiarse de estas referencias, contactan a la víctima haciéndose pasar por un organismo o entidad, en este caso una compañía eléctrica. A continuación aseguran que hay que hacer un repaso rutinario de los datos personales del cliente. Usando los datos verdaderos que tienen (como nombre completo y dirección) logran dar apariencia de veracidad a la estrategia de pedir las claves y contraseñas. Si has recibido una de estas llamadas, no digas nada. Cuelga el teléfono y llama a la policía para poner una denuncia.
Vishing: No es verdad que tu compañía eléctrica te vaya a rebajar la luz
Por más que se avise, las ciberestafas telefónicas o de vishing siguen existiendo, porque consiguen lo que quieren: engañar y robar a sus víctimas. En España miles de personas denuncian estar recibiendo llamadas falsas de su compañía eléctrica diciendo que les va a rebajar la luz por ser buenos clientes. Estas campañas de vishing aprovechan la angustia generalizada ante el encarecimiento del coste de la vida, incluyendo los recibos de la luz cada vez más altos. Y también sacan partido de la competencia verdadera entre unas empresas y otras, ya que de hecho existen actividades publicitarias para fidelizar clientela y captar nuevos usuarios.
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