La Policía Nacional, en colaboración con el FBI, ha detenido en Madrid a un ciberestafador que defraudó 2,5 millones de euros a varias compañías multinacionales estadounidenses.
La investigación se inició cuando los agentes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional tuvieron el conocimiento, gracias a la acción del FBI, de que en España se encontraba un especialista en ciberestafas que previamente había delinquido en EE.UU
Además, el estafador, a pesar de actuar desde España, tenía red de colaboradores en Alemania, Baréin, Kuwait y Estados Unidos.
Modus operandi del ciberestafador
El individuo primeramente obtenía información a través de internet y de las redes sociales sobre clínicas dentales y médicos localizados en cualquier lugar del mundo y así averiguaba quiénes eran sus proveedores.
A continuación encargaba material higiénico usurpando la identidad de las clínicas odontológicas y cargaba el pago en las cuentas que ya tenían de los clientes. Para que los clientes no tuvieran ni la mínima sospecha, el delincuente establecía como punto de recogida los destinos que ya constaban en las bases de datos.
Sin embargo, el ciberestafador conseguía los números de pedido y seguimiento de los envíos, para, desde la página web de la empresa de logística o telefónicamente, poder cambiar el punto de recogida a hoteles que se encontraban en España. En dichos establecimientos españoles contrataba reservas a nombre de las filiaciones usurpadas de los doctores para confirmar que la mercancía la recogería el destinatario original
Finalmente, cancelaba esas reservas y contrataba a otras empresas de logística para que recogiesen los pedidos que posteriormente serían enviados a Oriente Medio, principalmente Baréin o Kuwait.
En definitiva, el defraudador llevaba a cabo estas estafas gracias a sus conocimientos cibernéticos y de ingeniería social, enmascarando su identidad y geolocalización mediante la conexión de los dispositivos a las redes wifi públicas.
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