El ciberataque fue hace dos semanas. Pero es hoy cuando Telefónica ha empezado a enviar correos a algunos de sus clientes, indicando que deben cambiar sus contraseñas, tanto las domésticas como las empresariales. Las palabras «Ciberataque» y «Telefónica» surcan de nuevo las redes, pese a los continuados esfuerzos de la compañía por defenderse de los delincuentes digitales. El último incidente digital grave que sufrió la empresa de telefonía fue en 2017, cuando un ataque masivo de ransomware requirió la intervención del Centro Nacional de Inteligencia.
Telefónica confiesa el ciberataque con dos semanas de retraso
Según explica el coloso tecnológico español, el ciberataque tuvo lugar hace quince días. Fue una intrusión en las bases de datos donde Telefónica almacena la información relativa a sus servicios de telefonía fija y de conectividad a internet. Pero el mensaje emitido no aporta información sobre las dimensiones y el alcance. En el correo se explica que puede afectar a los dispositivos asociados a un número de teléfono, como el router, el decodificador de televisión o el amplificador del WiFi. En determinados casos podrían quedar expuestos la configuración de los puertos de la conexión, el nombre identificador del WiFi y la contraseña.
¿Ciberataque 0 «acceso no autorizado»?
La multinacional española está presente en tres grandes regiones geográficas: España, América Latina y Europa. La compañía tiene 228 millones de accesos de clientes en estas áreas del planeta. Para tranquilizar a esta profusa clientela, la operadora asegura que los datos sustraídos no se pueden manipular de modo remoto. La única manera de acceder a ellos sería, por tanto, estando en el rango de acceso del WiFi correspondiente. Como parte de este esfuerzo por minimizar la importancia del ciberataque, Telefónica lo llama «acceso no autorizado«. Y garantiza que no conlleva ninguna revelación de datos personales, tales como el nombre, la dirección, el DNI, el historial de llamadas o los datos bancarios.
Archivado en: