Días después de que Elon Musk anunciara que iba a comprar la red social entonces llamada Twitter, en abril de 2022, el magnate tecnológico juró que bajo su dirección la plataforma no tendría ideología política. En noviembre de 2024, treinta meses después, varios expertos en programación le acusan de tunear el algoritmo de su red para manipular a los usuarios, que son unos 600 millones de personas.
Para entendernos, el algoritmo de una red social es un conjunto de regulaciones matemáticas que gobiernan cómo aparece el contenido en tu línea temporal. Este mecanismo de control determina cómo se filtran, priorizan, seleccionan y recomiendan los datos que circulan en la plataforma. No es fijo y puede adaptarse dependiendo de las directrices de los programadores.
De la neutralidad política a la politización en 30 meses
«Para que Twitter se gane la confianza del público, debe ser políticamente neutral, o sea, incordiar por igual a la extrema derecha y a la extrema izquierda», proclamaba Musk hace un par de años en su propia cuenta de la red social. El aterrizaje del excéntrico millonario en el sector de la tecnología mediática produjo optimismo en un ámbito profesional que daba por perdida la batalla de la ciberseguridad en las redes sociales.
Aquellas intenciones altruistas parecen haberse disuelto como un terrón de azúcar. Musk habría transformado la plataforma, previamente considerada un ágora global, en una cámara de resonancia de las consignas de la derecha estadounidense. Según advierten varios estudios basados en mediciones, Musk ha puesto su red social —y su cuenta personal con 200 millones de seguidores— al servicio de la campaña electoral de Donald Trump.
Un informe analítico asegura que Musk ha amañado el algoritmo de X
Esto lo reconfirma un análisis métrico de la Universidad de Queensland, dirigido por el catedrático adjunto en Medios Digitales Timothy Graham y el profesor de periodismo Mark Andrejevic. Publicado el 4 de noviembre de este año, el informe sostiene que Elon Musk habría inflado artificialmente la presencia de sus propios posts en la red social X (antes Twitter) desde mediados de julio para promocionar el contenido pro-Trump.
El análisis de la actividad digital de la plataforma indica que los tuits de Musk experimentan un aumento repentino en las impresiones y las interacciones poco después de que empezara a respaldar a Donald Trump para la presidencia de Estados Unidos.
Muchos de estos posts apoyaban al candidato republicano y criticaban la campaña de su rival demócrata Kamala Harris. El aumento de visualizaciones y retuits sucedió a un ritmo notablemente superior que el de otras cuentas también relevantes por su contenido político.
Elon Musk: el hombre más rico del mundo
¿Y quién es este personaje capaz de semejante operación? Elon Musk es un físico, programador y empresario del sector transporte (coches eléctricos y naves aeroespaciales). Nacido en Sudáfrica, tiene doble nacionalidad canadiense y estadounidense. Fundador de empresas como PayPal y Solar City, el actual dueño de Tesla y SpaceX fue nombrado el hombre más rico del mundo en 2021 y sigue encabezando la Lista Forbes de Multimillonarios Globales.
Tras confirmar la transacción de 42.000 millones de dólares, Musk pregonaba su primera misión como flamante propietario de Twitter: rescatar la libertad de expresión. En su formato previo a Musk, Twitter lo dirigía su fundador, Jack Dorsey, que lo desarrolló en 2006 a partir de la idea de una aplicación de mensajería instantánea. El éxito mundial de una red gratuita basada en el tuit de 140 caracteres fue un logro suyo. En la etapa de Musk la red ha perdido el nombre y el logo, que cientos de miles de usuarios dicen añorar, y funciona como un altavoz gigantesco del líder conservador que acaba de ganar las elecciones presidenciales de Estados Unidos. No son pocos los que dicen que si Trump ha conseguido volver a la Casa Blanca, es gracias a Elon Musk.
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