La protección de datos y privacidad de los mismos están a la orden del día en la era digital en la que nos encontramos. En este panorama, solo el 10 por ciento de las organizaciones confía plenamente en la capacidad de su equipo de privacidad para garantizar la protección de los datos y cumplir con las nuevas leyes y normativas sobre privacidad. Asimismo, el 56 por ciento de las empresas espera una disminución en sus presupuestos en ciberseguridad para el año 2024, según detalla el reciente estudio Privacy in Practice, desarrollado por ISACA.
A pesar de que el 53 por ciento de las organizaciones ha señalado la falta de personal en sus equipos técnicos de privacidad, la mitad se enfrenta a dificultades para retener a profesionales cualificados. En este sentido, Chris Dimitriadis, Global Chief Strategy Officer de la asociación, ha afirmado que «la combinación de inversiones reducidas con falta de habilidades en un panorama de ciberamenazas cada vez más sofisticado es la receta para el desastre».
Carencia de talento en equipos de privacidad
Por tanto, la falta de competencias en el personal profesional de privacidad sigue siendo evidente. El estudio ha subrayado carencias en la experiencia con distintos tipos de tecnologías, conocimientos técnicos y conocimientos sobre operaciones informáticas.
Con el objetivo de abordar estos desafíos, las organizaciones han sido diligentes al proporcionar formación a los empleados. Según ISACA, el 68 por ciento de los profesionales de la seguridad ha afirmado que sus empresas ofrecen formación sobre privacidad anualmente, mientras que el 58 por ciento lo hace cuando se realizan nuevas contrataciones.
Pese a que el 52 por ciento de las organizaciones ofrece formación para que el personal no especializado en privacidad pueda desempeñar funciones relacionadas, el 39 por ciento recurre a contratistas o consultores externos. No obstante, el informe de ISACA ha revelado y subraya que «queda mucho camino por recorrer».
Safia Kazi, directora de ISACA, ha afirmado al respecto que «es evidente que las organizaciones necesitan conocimientos especializados para gestionar el cumplimiento de la normativa y las cuestiones relacionadas con la privacidad. En última instancia, una mejor privacidad nos beneficia a todos».
Consulta el informe completo aquí.
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