El cifrado del correo electrónico consiste en encriptar o codificar los email con el fin de proteger la información que albergan y de que esta solamente sea leída por los destinatarios.
Hoy en día, la mayoría de las comunicaciones empresariales se realizan a través de esta vía. Por tanto, desde la información más básica hasta los datos más sensibles hacen que sea imperativo el cifrado de los correos electrónicos para evitar así que documentos e información confidenciales sean expuestos.
Todo ello, independientemente del tamaño de la organización. Y es que los ciberdelincuentes, en multitud de ocasiones, no diferencian entre grandes corporaciones y pymes. De hecho, cada vez son más las pequeñas compañías las que están recibiendo más ciberataques. Y el motivo es muy simple: en su mayoría, cuentan con una seguridad más débil.
Además, la llegada del COVID-19 ha incrementado las amenazas a las que se exponen las compañías desde el punto de vista digital. Millones de empleados pasaron a trabajar de forma remota, por lo que las videollamadas y el correo electrónico vieron acrecentado su uso exponencialmente. Precisamente esta última es la vía que más han aprovechado los ciberdelincuentes para expandir sus actividades ilícitas en tiempos de pandemia.
Una dependencia tecnológica que, como no podría ser de otra manera, conlleva la responsabilidad de mantener la integridad de la información electrónica.
Cifrado del correo electrónico y plan de seguridad
Para evitar y eliminar riesgos, el cifrado del correo electrónico debe formar parte del plan de seguridad organizacional. Es más, el propio Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) contempla su importancia. De ahí que su implantación y puesta a cabo supongan una serie de beneficios, entre ellos los siguientes:
- Evita riesgos empresariales, ya que de esta manera se garantiza que la información sea leída por los destinatarios correctos.
- Protege la información confidencial, como el número de la tarjeta de crédito, de la cuenta bancaria, etc.
- Evita el robo de identidad, tan de moda en la actualidad. Un ejemplo de este tipo de ataques es el fraude del CEO.
En definitiva, un buen consejo es cifrar todos los mensajes de correo electrónico, ya que encriptar solamente aquellos que contengan información delicada podría ser una señal para los ciberdelincuentes. De ser así, se estaría indicando cuáles tienen más probabilidades de contener información valiosa y delicada.
Por ejemplo, Microsoft y Google, conscientes de todo ello, ponen a disposición de los usuarios la posibilidad de encriptar los mensajes a través de sus servidores de correo.
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