El pasado 11 de junio se celebró la segunda píldora informativa de la Fundación Borredá. Al igual que en anteriores encuentros digitales de la entidad sin ánimo de lucro, Ana Borredá, presidenta de la Fundación Borredá y directora de las publicaciones Seguritecnia y Red Seguridad, fue la encargada de dar la bienvenida a los asistentes.
Y, seguidamente, César Álvarez, coordinador de Proyectos de la Fundación Borredá, pasó a moderar un evento que contó con la participación de Ignacio Álvarez, director de Automatización y Digitalización Industrial y oficial de Seguridad de Productos y Soluciones de Siemens, José Luis Domínguez, VP Customer Business Development de Eleven Paths, y Lorena Senador-Gómez, directora de Telefónica Ingeniería de Seguridad (TIS).
Ciberseguridad industrial
Ignacio Álvarez se encargó de abrir el turno de intervenciones de la píldora informativa de la Fundación Borredá con la ponencia Ventajas de la digitalización en la producción industrial debido al COVID-19. Soluciones de ciberseguridad. A través de su interesante disertación, el ponente explicó cómo, sin necesidad de salir de casa y sirviéndose de los denominados gemelos digitales, es posible realizar una simulación fidedigna del desarrollo de un producto. “Gracias a las simulaciones podemos conocer cómo será el funcionamiento de una instalación o saber si una planta de producción va a ser rentable”, resumió.
Sin duda, “la transformación digital lo ha cambiado todo y las redes de comunicación son fundamentales”, observó. “Pero la digitalización implica comunicación y tráfico de datos. Y no debemos permitir que esos datos sean alterados debido a un ciberataque. El paisaje de ciberamenazas sigue creciendo y cambiando. Y los ciberatacantes están digiriéndose al ámbito industrial y las infraestructuras críticas”, advirtió.
De cara a proteger los sistemas de control industrial de las amenazas cibernéticas, Álvarez propuso la norma IEC 62443, que, entre otras ventajas, facilita la convergencia entre los mundos IT y OT. Y finalizó su exposición con una serie de conclusiones, entre las que figuraban la necesidad de apostar por la concienciación y la formación, utilizar hardware y software diseñados en origen pensando en las ciberamenazas, certificar las instalaciones industriales y hacer uso de servicios de ciberseguridad.
Teletrabajo seguro
La píldora informativa de la Fundación Borredá continuó con la intervención de José Luis Domínguez, quien, a modo de introducción, se centró en las personas y sirvió para poner en contexto que “el teletrabajo ha llegado para quedarse”. Según el ponente, la irrupción del COVID-19 marcará un antes y un después. Y en el caso de Telefónica, “el 95 por ciento de la plantilla está teletrabajando actualmente. Pero esta nueva situación podría provocar que el 40 por ciento practicase teletrabajo a partir de ahora”, avanzó.
Tras recordar lo importante que es concienciar a los trabajadores y facilitarles guías de ayuda, el experto se centró en dar a conocer lo que está haciendo la compañía de telecomunicaciones. “A nivel mundial, utilizamos herramientas como Office 365, SuccessFactors y Workplace. Su uso se ha incrementado notablemente en los últimos meses, en los que hemos alcanzado picos enormes de actividad, como lo demuestra el que las reuniones se hayan multiplicado por cuatro y las llamadas por siete”, reveló.
A continuación, hizo hincapié en lo fundamental que es reforzar la seguridad en el teletrabajo para “garantizar la continuidad de negocio”. Y la última parte de su ponencia la dedicó a compartir algunas de las soluciones que han impulsado desde Telefónica, desde una plataforma de firma de documentos electrónicos hasta procesos de doble factor de autenticación, pasando por la tecnología IRM para proteger la información confidencial, la navegación segura o la protección avanzada del puesto de trabajo mediante una monitorización continua del endpoint.
Espacios laborales seguros
La píldora informativa de la Fundación Borredá concluyó con la presentación de Lorena Senador-Gómez, quien llevó a cabo una didáctica exposición sobre la seguridad física de los empleados en la vuelta a la oficina. “El coronavirus ha cambiado la forma de relacionarse dentro de una organización. Los trabajadores buscan espacios seguros, desean que se garantice el distanciamiento físico y demandan que se implementen medidas de protección adecuadas. Y, en este contexto, las soluciones tecnológicas contribuyen a incrementar la seguridad”, argumentó.
Al respecto, hizo referencia a los distintos sistemas de medida de temperatura corporal, el tracking de personas y la medición de distancia social, el control de ocupación en espacios abiertos y los sistemas de descontaminación. Sobre estos últimos, destacó que es posible eliminar el 99,9 por ciento de biocontaminantes y partículas nocivas. “Pero no deben utilizarse productos como el ozono o el cloro”, alertó.
A través de un vídeo, la ponente mostró cómo se han implementado este tipo de ayudas en las tiendas de Telefónica. Y en el turno de preguntas afirmó que el liderazgo en el diseño de los nuevos espacios laborales debe ser compartido por los profesionales de seguridad, prevención de riesgos laborales, RRHH y facility management. Por último, Senador-Gómez resaltó que a la hora de apostar por las citadas soluciones tecnológicas es muy importante evaluar el impacto en la privacidad. Y puso en valor el trabajo de los vigilantes de seguridad privada para labores como el control de temperatura corporal.
Próximas píldoras informativas
La próxima píldora informativa de la Fundación Borredá tendrá lugar el 18 de junio y estará dedicada a la inteligencia, cada vez más importante en la seguridad de las organizaciones. Y la del 25 de junio se centrará en la tecnología para el control de personas en la denominada nueva normalidad.
Conclusiones de la segunda píldora informativa de la Fundación Borredá sobre ciberseguridad y espacios laborales
En el transcurso de la segunda píldora informativa de la Fundación Borredá dedicada a la ciberseguridad y los espacios laborales pudieron extraerse varias conclusiones a través de las intervenciones de los ponentes. Entre ellas, estas fueron las más destacadas:
- La ciberseguridad, pilar básico de los procesos industriales. Con el objetivo de prevenir los ciberataques en el ámbito industrial, y mitigar sus consecuencias, la ciberseguridad debe formar parte del ADN de las organizaciones.
- Gestionada adecuadamente, la ciberseguridad industrial minimiza los riesgos. En las políticas de ciberseguridad industrial deben tenerse en cuenta la concienciación y la formación, el uso de productos de hardware y software que contemplen la ciberseguridad desde el diseño, la certificación de las instalaciones y la aplicación de normas como la IEC 62443.
- La concienciación en el teletrabajo, esencial. El teletrabajo ha llegado para quedarse. Y para que sea seguro hay que pensar tanto en las personas como en la tecnología. En el caso de las primeras, es primordial concienciarlas continuamente sobre los riesgos que entraña un mal uso de los dispositivos y herramientas a su alcance.
- El teletrabajo, clave en la continuidad de negocio. La securización del teletrabajo no es una opción, sino una necesidad. En materia de ciberseguridad es importante considerar el acceso a los datos, la disponibilidad de las credenciales, la movilidad de los dispositivos y vectores de ataque externos como las memorias USB.
- La transformación de los espacios, una necesidad. De cara a garantizar la seguridad de los empleados, las organizaciones se verán obligadas a habilitar espacios menos saturados e implementar soluciones tecnológicas que contribuyan a prevenir contagios por coronavirus.
- La seguridad, cosa de todos. Tan manida expresión cobra más sentido aún si es aplicada a la creación de espacios seguros. Para tal fin, es preciso un equipo multidisciplinario compuesto por profesionales de la seguridad, la prevención de riesgos laborales, los RRHH y el facility management.
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