A pocos meses de acabar el año, ya hay datos que confirman que la ciberdelincuencia está aumentando peligrosamente. El último es que cada día, compañías como Microsoft, hacen frente a más de 600 millones de ciberataques. Esto se debe a que la ciberseguridad global ha empeorado por los conflictos bélicos. A su vez, también se debe a que las bandas de ciberdelincuentes confabulan con grupos de Estados-nación para compartir herramientas y técnicas.
En el caso de las técnicas, los mencionados 600 millones de ciberataques abarcan desde el ransomware al phishing, pasando por los ataques de suplantación de identidad. De hecho, según el Microsoft Digital Defense Report 2024, los ataques de ransomware se han multiplicado por 2,75 con respecto al año anterior; al igual que la usurpación de identidad y la explotación de vulnerabilidades en aplicaciones públicas o sistemas operativos desactualizados.
Junto a ello, los ciberdelincuentes están utilizando la inteligencia artificial generativa para generar desinformación, técnica que es clave en elecciones como las estadounidenses del próximo 5 de noviembre.
Los ciberataques merodean las elecciones estadounidenses
Dicho lo anterior, países como Rusia, Irán y China han aprovechado la situación actual de los conflictos geopolíticos para sembrar la discordia sobre temas delicados en vísperas de las elecciones estadounidenses. Con ello, los ciberataques son capaces de influir en el público estadounidense a favor de un partido político o degradar la confianza en las elecciones como pilar de la democracia. De hecho, desde Microsoft esperan que dichos países aceleren sus actividades hasta el día de las elecciones.
Además, el gigante tecnológico ha observado un aumento de los dominios homóglifos −o enlaces manipulados− relacionados con las elecciones que difunden phishing y malware. Unos dominios que son ejemplos tanto de la actividad ciberdelictiva con fines lucrativos, como de tareas de reconocimiento por parte de agentes de amenazas de Estados-nación con objetivos políticos.
En la actualidad, se supervisan más de 10.000 homóglifos para detectar posibles suplantaciones. Con ello, Microsoft logra su objetivo de garantizar que no se alojen infraestructuras maliciosas e informar a los clientes que puedan ser víctimas de estas amenazas basadas en la suplantación.
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