La inteligencia artificial (IA) se adoptará de forma masiva en 2024, marcando un cambio significativo en la forma en que se prestan servicios y cómo la sociedad interactúa con la tecnología. No obstante, pese a que este avance impulsará la automatización de procesos, también presentará nuevos riesgos en ciberseguridad: los delincuentes se aprovecharán la IA para encontrar vulnerabilidades y generar malware más inteligente, tal y como advierte BeDisruptive en su último informe sobre cibercrimen y tendencias de ciberseguridad.
Por ejemplo, la creación de contenido audiovisual mediante IA generativa será un riesgo, facilitando campañas de pharming, adware o phishing más creíbles. Además, los deepfake y la desinformación impulsados por esta tecnología amenazarán las elecciones que se celebrarán en Estados Unidos, Rusia y en el Parlamento Europeo este año.
Tendencias en ciberseguridad para 2024
Dado el riesgo asociado al uso de la inteligencia artificial en 2024, desde BeDisruptive se espera también que los gobiernos intensifiquen los esfuerzos regulatorios en esta nueva área. Sin embargo, no se conoce de forma precisa el impacto final de la IA en la sociedad y el cibercrimen, por lo que cada organismo adoptará diferentes medidas: la Unión Europea lidera los esfuerzos regulatorios, mientras que China se enfoca en el control de su uso interno y Estados Unidos favorece la innovación sobre medidas restrictivas.
Otra tendencia en ciberseguridad que destaca el documento es la evolución del modelo ofensivo de los ciberdelincuentes, donde resalta el hacktivismo nacional, especialmente en conflictos geopolíticos como el de Israel y Hamás. Se espera que actores internacionales como China, Rusia, Irán y Corea del Norte actúen a través de espionaje, intensificando en las amenazas persistentes avanzadas contra infraestructuras críticas. En cuanto al ransomware, seguirá siendo una tendencia clave en 2024 y estará dirigido especialmente a pequeñas y medianas empresas.
Ante estas amenazas, la mencionada empresa espera un incremento de los ingresos del sector de la ciberseguridad en los próximos años, y en el que liderará Europa. Según estimaciones de BeDisruptive, el mercado crecerá de 32.430 millones de dólares en 2023 a 57.750 para 2028.
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