La Comisión Europea ha publicado recientemente las Directrices sobre Prácticas de Inteligencia Artificial Prohibidas, conforme a lo establecido en la Ley de IA. Estas directrices tienen como objetivo proporcionar claridad sobre las modalidades y usos de la IA que constituyen una categoría estrictamente prohibida en la Unión Europea, garantizando así la protección de los derechos fundamentales, la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.
La Comisión explica cuáles son las prácticas IA prohibidas
La Ley de IA clasifica los sistemas de Inteligencia Artificial en diferentes niveles de amenaza o peligro, siendo el más grave el de riesgo inaceptable. Determinadas prácticas y usos de la IA constituyen una categoría rotundamente prohibida debido a su potencial para causar daño a las personas y a la sociedad. Entre ellas se encuentran el uso de sistemas de manipulación subliminal, que pueden distorsionar el comportamiento de los individuos sin su consentimiento, y las técnicas de evaluación social, que asignan puntuaciones a las personas basadas en su comportamiento o características personales, afectando sus derechos y oportunidades.
Además, la Comisión prohíbe el uso de IA para vigilancia masiva sin justificación legal, así como la identificación biométrica en tiempo real en espacios públicos, salvo en casos excepcionales como la lucha contra el terrorismo. También se han vetado los usos que aprovechan la vulnerabilidad de franjas sociales específicas, como menores o personas en situaciones de desprotección.
Una Ley IA coherente y uniforme en todo el territorio de la Unión
Las directrices están diseñadas para garantizar la aplicación coherente, eficaz y uniforme de la Ley de IA en toda la Unión Europea. Si bien ofrecen información valiosa sobre la interpretación de las prohibiciones por parte de la Comisión, no son vinculantes, y las interpretaciones autorizadas se reservan al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Las directrices proporcionan explicaciones jurídicas y ejemplos prácticos para ayudar a las partes interesadas a comprender y cumplir los requisitos de la Ley de IA. Esta iniciativa subraya el compromiso de la UE de fomentar un panorama de IA seguro y ético.
Estas directrices buscan reforzar la aplicación de la Ley de IA, proporcionando a los estados miembros, empresas, tecnólogos y ciberexpertos un marco claro sobre lo que no es aceptable. La Comisión continuará supervisando el desarrollo y la implementación de la Inteligencia Artificial en la UE, asegurando que esta tecnología se use respetando los principios éticos y los derechos fundamentales.
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