Cerca de cuatro millones de dólares. Concretamente, 3,86 millones. Ese es el precio que, de media, han afrontado las organizaciones cuando sufren una brecha de seguridad durante este año. El motivo es que el 80 por ciento de estos incidentes han dado como resultado la exposición de información personal de los clientes. Así lo pone de manifiesto el estudio 2020 Cost of a Data Breach Report, patrocinado por IBM Security y realizado por el Instituto Ponemon.
No obstante, este documento señala también que el coste de las compañías que han desplegado completamente tecnologías de automatización de seguridad fue menor en comparación con las que no han utilizado estas herramientas. Estas últimas han debido acometer un gasto de 6,03 millones de dólares de media. Mientras que las que despliegan tecnologías de automatización han pagado 2,45.
Además, los incidentes en los que los ciberdelincuentes han accedido a las redes corporativas mediante credenciales robadas o comprometidas han costado cerca de un millón de dólares más a las organizaciones. En particular, los gastos han alcanzado los 4,77 millones de dólares por cada filtración. La explotación de las vulnerabilidades ha sido la segunda causa principal más costosa de las brechas de seguridad, con 4,5 millones de dólares.
Grandes brechas de seguridad
Otro hecho que llama especialmente la atención es el incremento de los costes de las grandes brechas de seguridad. Aquellas que han comprometido más de 50 millones de registros o datos personales han conllevado unos costes de 392 millones de dólares. En 2019 fue de 388 millones.
Mientras tanto, las infracciones en las que se han expuesto entre 40 y 50 millones de registros han costado 364 millones de dólares de media. Es decir, 19 más que el año pasado.
Sin embargo, tal y como evidencia este estudio, las brechas de ciberseguridad más dañinas han sido las acometidas por los Estados. Estos ataques han supuesto 4,43 millones de dólares.
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