La transición del siglo XX al siglo XXI trajo consigo dificultades en una serie de sistemas heredados vitales en la computación. Actualmente, este denominado “efecto 2000” tiene similitudes con la evolución de la criptografía postcuántica (PQC). Pese a que no haya una fecha establecida para la vulnerabilidad de la criptografía actual ante computadoras cuánticas, el continuo avance en tecnología como el chip cuántico de 1.000 qubits de IBM señalan la necesidad de esfuerzos en materia de prevención.
La industria, que afrontó el «efecto 2000», ahora debe prepararse para evitar un posible apocalipsis de datos en la era cuántica, según ha explicado el Chief Techonology Officer de Utimaco, Nils Gerhardt, en el último informe de tendencias de ciberseguridad para 2024. Por consiguiente, el estudio ha destacado que el año 2023 se ha consagrado como un periodo de transición para la ciberseguridad y la tecnología, donde la computación cuántica y la inteligencia artificial (IA) aún están en desarrollo.
Cuatro tendencias de ciberseguridad
El papel clave que ha tenido la IA en 2023 evolucionará hacia una necesidad regulada en 2024. Los estados de todo el mundo han comenzado a acordar principios de seguridad y la Unión Europea ha impulsado una Ley de IA para garantizar el uso de sistemas seguros. El informe destaca que, pese a la capacidad maliciosa de la IA en ciberdelincuencia, su potencial para detectar ataques, correlacionando extensos conjuntos de datos, será fundamental para la defensa de las amenazas.
Por otro lado, Gerhardt ha resaltado que existe un lazo estrecho entre ciberseguridad y sostenibilidad debido a los residuos generados por ciberataques y los daños ambientales directos. En este sentido, las nuevas vulnerabilidades generadas por el Internet de las Cosas (IoT) y la ampliación de la superficie de ataque de los proyectos sostenibles requieren una atención especial.
En cuanto al déficit de competencias en ciberseguridad, se anticipa que en 2024 se darán pasos para abordar esta brecha de talento en la profesión. Por tanto, la formación continua universitaria y el perfeccionamiento interno dentro de las compañías serán clave. Asimismo, han destacado las inversiones en programas educativos, como los de Utimaco, ya que son esenciales para fortalecer la preparación de los profesionales.
Por último, el profesional de Utimaco ha subrayado la necesidad de equilibrar la innovación tecnológica con la seguridad para asegurar la resistencia de nuestra infraestructura digital.
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