De acuerdo con Lingokids, el 68 por ciento de los menores de entre dos y ocho años tienen algún dispositivo propio con acceso a Internet. Y aunque su uso correcto puede conllevar multitud de beneficios para los infantes, como el fomento de creatividad, el aprendizaje interactivo, la mejora comunicativa o el apoyo a las tareas, es de vital importancia saber dónde se encuentran los límites, puesto que el mundo de la Red es sumamente peligroso por su gran capacidad de acceso a todo tipo de contenidos. Es por esta razón que nace el control parental.
El control parental es el conjunto de estrategias que los padres y madres pueden emplear para proteger a los menores en Internet, mediante la prevención de riesgos y el afrontamiento de problemas. No en vano, a raíz del mayor acceso a la Red a la que se exponen los menores gracias a sus dispositivos móviles, los padres deben establecer estrategias para velar por la seguridad de sus hijos.
Aplicaciones de control parental
Existen varias aplicaciones por las cuales los progenitores pueden controlar los contenidos a los que sus hijos tienen acceso desde sus móviles. Para los dispositivos Android, el propio control de parental de Google es una buena opción mediante la cual se pueden restringir los contenidos no deseados. Por otro lado, para los dispositivos iOS, la filtración de contenidos se hace a través de Family Link. Del mismo modo, operadores como Movistar y Vodafone ofrecen también sus propios sistemas en este sentido.
En cuanto al uso de este tipo de control, los principales ámbitos de su configuración son las siguientes:
- Páginas web: permite bloquear páginas concretas atendiendo a la categoría a la que pertenezcan.
- Aplicaciones: restringe el acceso a las app elegidas.
- Tiempo de uso: limita el tiempo en el que los niños pueden utilizar determinadas tecnologías.
- Contactos: bloqueo de números de teléfono concretos.
- Geolocalización: permite saber exactamente el punto donde se encuentran los hijos.
- Aviso de emergencia: posibilidad de añadir al dispositivo un botón de emergencia para poder avisar inmediatamente de alguna situación de peligro.
De este modo, los progenitores se aseguran que sus hijos crezcan y se eduquen en un entorno ciberseguro en el que tener una buena educación digital.
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