En la madrugada del martes Air Europa ha sufrido un ciberataque que ha dejado expuestos los datos de las tarjetas de sus clientes. Varios usuarios de la aerolínea española están reportando la intrusión a través de las redes sociales. La aerolínea ha confirmado a varios medios españoles como El Mundo el asalto digital contra sus sistemas. Y responde mediante correo electrónico a los afectados, aconsejando contactar a sus respectivos bancos para cancelar las tarjetas de crédito usadas para pagar billetes de Air Europa.
Air Europa asegura tener el ciberataque bajo control
La compañía asegura que tiene la situación bajo control, que la intrusión ha sido neutralizada y que ningún cliente ha sido víctima de un robo de dinero mediante un empleo fraudulento de sus datos personales y contraseñas. Pero los ciberatacantes tienen en su poder el número de decenas de tarjetas, las fechas de caducidad y el CVV.
El correo electrónico corporativo de Air Europa da esta recomendación, desglosando la estrategia preventiva en seis medidas: «Ante el riesgo de suplantación de tarjetas y fraude que este incidente podría suponer, y en aras a proteger sus intereses, le recomendamos que siga los siguientes pasos:»
1. Identifique la tarjeta usada para efectuar pago/s en la página web de AIR EUROPA.
2. Contacte con su entidad bancaria.
3. Solicite la anulación/cancelación/sustitución de esa tarjeta para poder evitar el posible uso fraudulento de su información.
4. No facilite información personal, su pin, nombre o cualquier otro dato personal a través de teléfono, mensaje o email, incluso cuando se identifiquen como su entidad bancaria.
5. No pinche enlaces que le avisen de operaciones fraudulentas. Póngase en contacto directo con su entidad bancaria por medios constatables.
6. Recopile cualquier prueba de posible uso no autorizado de su tarjeta y denúncielo ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Oleada de ataques contra las cadenas de suministro
Los riesgos que se asocian a una ofensiva a la cadena de suministro nunca habían sido tan altos dada la existencia de nuevos tipos de ciberataques y la información pública sobre las vulnerabilidades, pese a una mayor supervisión de los reguladores. Además, los delincuentes digitales tienen cada vez más herramientas a su disposición.
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