A medida que las empresas han comprobado las bondades del teletrabajo, la diferencia con lo que antes se llamaba “trabajo” será irrelevante. Y es que, en 2020, tales hábitos se han integrado completamente en la forma de trabajar de las organizaciones. Ahora bien, esto también supone un problema, tal y como apunta Richard Meeus, Director de Estrategia y Tecnología de Seguridad, EMEA en Akamai Technologies. Y es que las debilidades que esto supone desde el punto de vista de la ciberseguridad permanecerán en 2021. Además, serán explotadas por los ciberdelincuentes para lanzar nuevos ciberataques.
“Tradicionalmente, los atacantes han aprovechado métodos como los ataques DDoS para inhabilitar sitios web de cara al exterior. Esto se traduce en un tiempo de inactividad para la empresa. Sin embargo, para los hackers, eso puede constituir un esfuerzo enorme si realmente quieren causar importantes trastornos e inhabilitar toda una compañía”, opina el directivo. Y continúa: “Con muchos empleados dispuestos a teletrabajar por un tiempo indefinido y algunos utilizando dispositivos no seguros en redes inseguras, incluidos los directores generales, en 2021 los cibercriminales se dirigirán con mayor hincapié a los empleados individuales”, vaticina.
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