La ciberdelincuencia rusa se ha convertido un ecosistema delictivo cada vez más complejo, técnico y global. Un nuevo informe de Trend Micro, llamado The Russian-Speaking Underground, revela cómo los actores clandestinos de habla rusa se adaptan a las nuevas tecnologías, desde las plataformas sociales como TikTok hasta entornos como el metaverso.
Así pues, estos grupos no son simplemente redes delictivas; funcionan como comunidades estructuradas con jerarquías internas, códigos éticos propios y sistemas de reputación que rivalizan con los de grandes corporaciones. La confianza y la excelencia técnica son fundamentales para escalar posiciones dentro de este entorno.
La adaptabilidad, clave en la ciberdelincuencia rusa
En este contexto, los expertos de Trend Micro destacan que la resiliencia adquirida en contextos sociopolíticos tensos convierte a estos ciberdelincuentes en actores extremadamente adaptables. Esta adaptabilidad se traduce en una cultura que valora el sigilo, el conocimiento técnico y la desconfianza metódica.
Por tanto, la expansión de estos grupos va de la mano del avance tecnológico. Plataformas como Instagram, TikTok y el metaverso se han convertido en un terreno fructífero para nuevas formas de ataque. La Web3, por su combinación de activos digitales y usuarios inexpertos, es uno de los objetivos principales.
La guerra entre Rusia y Ucrania ha generado un cambio radical en la selección de objetivos. Si antes se evitaban ataques en regiones de habla rusa, ahora estos se han multiplicado, y se observan alianzas con actores de habla china y un contagio creciente hacia la Unión Europea.
‘Phishing’ y robo de datos, aún vigentes
Finalmente, según el informe, pese a las nuevas tecnologías, el phishing sigue siendo una de las principales herramientas de ataque. En el ecosistema ruso clandestino se desarrollan kits, tutoriales y servicios que perfeccionan esta técnica para infiltrarse en organizaciones y robar credenciales valiosas.
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