Los ciberataques que afectan a los sectores clave de los países están tambaleando la estabilidad de la ciberseguridad global. Pues en el contexto bélico, los ciberataques han ido en aumento y ya hay una serie de países que ha sufrido este 2024 más ciberataques que en el anterior. En concreto, la evolución del cibercrimen en el primer semestre de 2024 del estudio de Threat Intelligence de S21sec asegura que España es el quinto país más afectado con un total de 58 ataques de ransomware.
Así, España ha ascendido tres puestos en el ranking de países más afectados a nivel global, siendo LockBit la amenaza más destacada, con un total de 18 ataques, seguida de Ransomhub con 8, y Cactus con 5. En primera posición se encuentra Estados Unidos con más de 1.000 ataques, seguido de Reino Unido, Alemania e Italia, los países más afectados de Europa con 136, 84 y 70 ataques respectivamente. En cuanto a los sectores más afectados durante el primer semestre de 2024, el manufacturero se posiciona en primer lugar con un total de 757 ataques, seguido de la consultoría con 263 ataques y, en tercer lugar, el sector servicios con 170.
La ciberseguridad como campo de batalla
El panorama geopolítico de 2024 ha estado marcado por la continuidad de los conflictos bélicos entre Rusia y Ucrania e Israel y Hamás, y los ciberdelincuentes han aprovechado la situación ocasionando graves repercusiones que impactan en la comunidad internacional. Ambos conflictos han hecho de la ciberseguridad un campo de batalla en sí mismo, donde las tácticas cibernéticas complementan las acciones militares convencionales, incrementando las tensiones y ampliando el alcance de los daños provocados.
Concretamente, los ataques de ransomware han sido particularmente prominentes entre los actores rusos, que han ejecutado estos ataques contra los países que envían ayuda a Ucrania. Estas amenazas han aumentado exponencialmente y se dirigen a objetivos específicos como respuesta a acciones concretas en la guerra, por ejemplo, el envío de aviones de combate. Asimismo, los ciberataques no solo interrumpen servicios informáticos, sino que también pueden tener repercusiones físicas en la ciberseguridad de las infraestructuras críticas como sistemas eléctricos o redes de transporte.
Por otro lado, el conflicto entre Israel y Hamás también ha puesto en jaque a la ciberseguridad desde su inicio en octubre de 2023. Los grupos hacktivistas se han movilizado de forma ágil y rápida, con una predominancia de actividad pro-Palestina, con un total de 70 grupos hacktivistas, en comparación con las 25 organizaciones cibercriminales pro-Israel. Estos grupos están dirigiendo sus ataques a sectores clave para la actividad y el desarrollo de los países como el sector energético, causando daños realmente significativos. Asimismo, los ataques a sectores como la educación o los medios de comunicación están afectando gravemente a la estabilidad social de los países.
Conoce a las bandas más peligrosas del cibercrimen.
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