En la vanguardia de la medicina moderna, los quirófanos se han transformado en epicentros de innovación tecnológica. No cabe duda de que es una de las áreas donde esta evolución tecnológica es más palpable, gracias al papel crucial que desarrollan las empresas en pos de brindar las mejores herramientas a los clínicos. Más allá del instrumental quirúrgico tradicional y sus potenciales mejoras, hoy en día encontramos en el bloque quirúrgico nuevos elementos que antes no existían o no se utilizaban, como robots para ciertos procedimientos o nuevas técnicas de cirugía, todos ellos diseñados para optimizar los resultados de las intervenciones y elevar la calidad de la atención médica.
Muchos procedimientos quirúrgicos han ido cambiando con el tiempo. Cada vez es más frecuente intentar reducir las cirugías convencionales (abiertas) para darle paso a técnicas menos invasivas que buscan mejorar la seguridad y recuperación post cirugía del paciente. En este marco, la digitalización del quirófano ha introducido cambios que son muy importantes para los cirujanos. En los procedimientos mínimamente invasivos, las cámaras se convierten en «los ojos» del cirujano, y son las grandes responsables de que estos ejecuten procedimientos con una precisión sin precedentes, implicando mejores resultados de recuperación para los pacientes. Por ello, encontramos muchas veces un pedido a voces dentro de este colectivo: «Queremos ver más, y, sobre todo, mejor».
Transformación digital
Seguro que el lector, cuando piensa en la tecnología mencionada anteriormente, imagina herramientas y soluciones que permiten realizar intervenciones que en tiempos anteriores parecían imposibles, casi de película. Los avances quirúrgicos parecen, en ocasiones, sacados de películas de ciencia ficción o de novelas de Isaac Asimov. Sin embargo, muchas de las herramientas necesarias para mejorar ya están disponibles y son muy comunes en otras áreas, pero no se utilizan por una limitante que está muy arraigada en el quirófano y que no permite muchas veces avanzar. Me refiero a la cultura dentro del mismo. Por ello, desde Relyens queremos facilitar la labor de los profesionales tomando la tecnología y la integración digital como aliados en la búsqueda de un entorno quirúrgico en el que se asegure una atención sanitaria de calidad a través del control de riesgo, y de esta forma, transformar la cultura quirúrgica.
La evolución de los procedimientos ha llevado a que las cámaras pasen a ser los ojos del clínico en infinidad de ocasiones
No obstante, muchas veces se encuentran voces detractoras o escépticas acerca de estos cambios, ya que se cree que estos avances muchas veces son amenazas y no aliados. Entonces, ¿cómo podemos aprovecharnos de la tecnología para mejorar los mecanismos de control y protección en el boque quirúrgico, sin que los clínicos sientan que esto es una amenaza o ponga en peligro algunas de sus funciones? La respuesta nos la dan otros sectores, como la aviación o el transporte.
Estoy seguro de que todo el mundo puede identificar, si hablamos de aviación, los mecanismos internos de control de vuelo que llevan los aviones para poder estudiar las posibles incidencias ocurridas durante un vuelo y proteger a los pasajeros que usan este medio de transporte en el futuro. Hablo, efectivamente, de las cajas negras. Estos dispositivos permiten grabar y registrar toda la información referente al vuelo, como las comunicaciones entre pilotos y controladores, o la actividad de los instrumentos de navegación. Esta herramienta de seguimiento también se encuentra en la navegación marítima dentro de muchos buques e, incluso, desde el próximo mes de julio de 2024 será obligatorio que los vehículos comercializados en el mercado europeo dispongan de este elemento de seguridad, tal y como aprobó la Comisión Europea.
Sin duda, la implantación de las cajas negras ha favorecido el desarrollo de manera positiva de estos sectores. De hecho, ¿se imagina el lector cuál es el medio de transporte con menor proporción de incidencias? Exacto, la aviación. Así lo corrobora el último informe publicado en 2023 por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional. Este estudio confirma que en 2023 se produjo un accidente por cada 1,26 millones de vuelos, mientras que, por ejemplo, la posibilidad de sufrir un accidente mortal de tráfico es de una por cada 356.357 desplazamientos. El conocimiento directo de las causas que provocan estos accidentes es la mejor vía para evitarlos en el futuro.
Incluso, si vamos más allá, pensemos lo siguiente: ¿Qué habrán sentido los primeros pilotos de aviones cuando escucharon que se iba a integrar la funcionalidad de piloto automático? ¿Se habrán sentido reemplazables? A la luz de los hechos, podemos observar que incluso esto es solo una funcionalidad extra para hacer más cómodo el vuelo a los pilotos, pero jamás podría reemplazar a estos, debido, por ejemplo, a la variabilidad de los procesos, entre otras cosas.
Digitalización en quirófano
Entonces, la duda que nos nace es: si recoger las experiencias para mejorar procesos ha convertido a la aviación en el transporte más seguro, ¿Por qué no extrapolarlo al quirófano? Resulta evidente que la implementación de mecanismos de control como las cajas negras en cualquier sector ayudan a reducir el riesgo. Por tanto, ¿qué pasaría si replicamos ese concepto de monitorización en el entorno quirúrgico? Hablamos de un área en el que se producen el 35 por ciento de los eventos adversos sanitarios totales, de los cuales el 60 por ciento podrían ser evitados. Por ello, creemos fervientemente que la recogida de datos y el análisis a posteriori de estos es una manera de mejorar la seguridad en el quirófano y controlar el riesgo, mediante una caja de herramientas que monitorice lo que ocurre durante una intervención, a imagen y semejanza de las cajas negras mencionadas anteriormente.
En Relyens queremos contribuir al compromiso de la sanidad con la calidad asistencial y ofrecemos la solución de prevención Caresyntax. Esta es una plataforma basada en registrar y monitorizar datos y parámetros de las intervenciones quirúrgicas, con el objetivo de mejorar los procesos y la eficiencia no solo de manera médica, sino también operacional e, incluso, financiera.
Esta solución graba distintas fuentes de vídeo de las distintas fases de una intervención quirúrgica (pre, intra y postoperatoria) mediante varios equipos y cámaras situadas en distintos puntos y/o elementos del quirófano. Esta información que recoge Caresyntax ofrece un detallado análisis de la técnica quirúrgica, los distintos procedimientos utilizados, la toma de decisiones de los profesionales involucrados y la dinámica dentro del equipo. Además, todos estos datos que ofrece Caresyntax pueden usarse luego para formar a los nuevos profesionales sanitarios en las técnicas quirúrgicas adecuadas para disminuir la aparición del riesgo, por citar solo un ejemplo de los varios disponibles.
Caresyntax es una plataforma que registra y monitoriza datos y parámetros de las intervenciones quirúrgicas, con el objetivo de mejorar los procesos y la eficiencia
Sumado a lo mencionado, el incorporar estas herramientas al flujo quirúrgico nos permite mejorar ciertas técnicas que hoy en día se encuentran en plena expansión dentro del quirófano, como la inteligencia artificial (IA) y el machine learning (ML). Estas herramientas necesitan material para nutrirse, mejorar sus algoritmos y, por lo tanto, que sus predicciones sean realmente efectivas. Bien aplicadas, nos pueden llevar a mejorar incluso la técnica en tiempo real, apoyando al clínico en la toma de decisiones en función del caso al cual se enfrenta.
En Relyens apostamos por una estrategia basada en la anticipación y prevención. Y, ¿qué mejor que apoyarse en la evidencia quirúrgica, los datos y su análisis, y la IA y el ML para lograr que la práctica quirúrgica sea cada vez más segura y funcional para el paciente? Aprovechemos la transformación digital como una aliada para que, entre todos, logremos un bloque sanitario más eficiente y seguro, en el que el riesgo sea cada vez menor.