RootedCON celebra, a lo largo de este año, varios eventos de ciberseguridad tanto en España como a nivel internacional. ¿Qué novedades traerán consigo estas ediciones respecto a convocatorias anteriores?
La gran novedad este año es, sin duda, ese salto internacional que dará el congreso y que permitirá a muchos más profesionales vivir de cerca la RootedCON y expandir nuestra comunidad hacker. Panamá y Portugal son las próximas fechas confirmadas fuera de nuestras fronteras, ¡pero pretendemos ampliar localizaciones! El objetivo es convertirnos no solo en el evento más relevante del sector en España, sino en uno de los más influyentes a escala mundial.
A nivel nacional, esta XIV RootedCON que se está celebrando en Madrid está superando las cifras de todas las ediciones anteriores. Más salas, cinco concretamente; más ponentes, alrededor de 120 profesionales exponiendo sus últimos trabajos e investigaciones; y muchos más asistentes, incluso batiremos el récord de asistencia al rebasar las 6.000 personas. Además, hemos mejorado nuestra logística con varias zonas de registro para reducir colas y hemos puesto en marcha un concurso musical.
Mención especial merece el Congreso RootedCON Capítulo Panamá, que se celebrará junto con las IV Jornadas STIC, organizadas por el Centro Criptológico Nacional en Latinoamérica. ¿Por qué han decidido organizar este evento y qué se encontrarán en él los asistentes?
Como comentaba, por una parte, teníamos muchas ganas de ampliar ediciones fuera de España; y por otra, RootedCON siempre ha apostado por el habla hispana, de manera que Panamá nos parecía el salto natural para poder llegar al público latinoamericano.
En RootedCON Panamá los asistentes podrán disfrutar de formaciones con grandes profesionales del sector, asistir a charlas del más alto nivel sobre temas de rotunda actualidad y, en definitiva, disponer de un excelente punto de encuentro para compartir conocimiento dentro del sector de la ciberseguridad. Siempre, bajo la premisa de la neutralidad. Estamos seguros de que se convertirá en una cita de asistencia obligatoria si perteneces a la comunidad hacker.
Hablando del papel de las mujeres en la ciberseguridad, ¿cómo valora su cada vez mayor incorporación al sector y su contribución en él?
Con muy altas expectativas, dado que cada vez es mayor el número de mujeres profesionales de la ciberseguridad. Además, es un cambio que se ha producido de manera natural: cada vez podemos ver a más mujeres perdiendo el miedo a dar ese paso. Estoy segura de que en unos años todavía habrá más y la tendencia continuará siendo en positivo.
¿Qué mensaje le gustaría lanzar a aquellas mujeres, sobre todo a las jóvenes estudiantes, cuyo objetivo es desarrollar una carrera profesional en el sector de la ciberseguridad?
Mi mensaje sería: «¡a por ello!». Han de sentirse orgullosas de lo que hacen y seguras de su valía. El papel que pueden desarrollar en el sector es exactamente el mismo que el de cualquier persona, de manera que no han de sentir miedo a adentrarse en este apasionante mundo.
Por último, como experta de ciberseguridad, ¿cuáles cree que serán los grandes retos de la ciberseguridad en los próximos años, ya sea en relación con la normativa, las amenazas, la organización de seguridad, la formación, la concienciación…?
Los grandes retos de la ciberseguridad en los próximos años abarcan un espectro amplio, donde la evolución de las amenazas cibernéticas jugará un papel central. La inteligencia artificial y el aprendizaje automático tendrán un doble filo, ya que, si bien potencian la detección y respuesta ante incidentes, también otorgan a los ciberdelincuentes herramientas más sofisticadas para realizar ataques.
La regulación, por su parte, se enfrentará al desafío de mantenerse actualizada frente a la rapidez de la innovación tecnológica, buscando equilibrar la seguridad con la privacidad y la libertad en el ciberespacio.
Y en el ámbito organizacional, la integración de estrategias de seguridad en todas las facetas de la empresa será crucial para mitigar riesgos. Esto incluye desde la alta dirección hasta el empleado más reciente, enfatizando la formación continua y la concienciación sobre los riesgos cibernéticos.
