Todo gran acontecimiento puede ser utilizado por los ciberdelincuentes para desarrollar su actividad maliciosa. De ahí que durante las elecciones generales del 23 de julio se puedan sufrir numerosos y variados ciberataques.
Según ha puesto de manifiesto S21sec, esta actividad podría incluso llegar a boicotear eventos de relevancia durante los comicios. Por ejemplo, la propia jornada electoral. Todo ello, a través de grupos de amenazas como el cibercrimen, los hacktivistas o los ATP.
El objetivo de los ‘malos’ no sería otro que robar datos de censos electorales o información personal para obtener así un beneficio económico. Los grupos hacktivistas pretenderían, por su parte, dañar a los organismos estatales y empresas encargadas de algunos procesos electorales.
Los grupos APT, sobre todo liderados desde Rusia, también podrían llevar a cabo ciberataques durante estas elecciones. No en vano, constituyen una ciberamenaza más que patente debido a que son capaces de desplegar herramientas de ataque e intrusión contra infraestructuras críticas y de interés estatal. De ahí que estos comicios puedan ser un objetivo más que evidente. Desde S21sec afirman que es probable que en las elecciones generales del 23 de julio, estos actores de amenazas puedan llevar a cabo ataques como el cifrado de archivos, labores de ciberespionaje o destrucción de información, entre otros.
Desinformación
Otra actividad igualmente maliciosa que se podría dar en estos comicios son las operaciones de influencia en la población o campañas desinformativas. Estas acciones, realizadas a través de grupos ATP, hacktivistas e incluso actores y empresas nacionales que difunden información falsa a través de bots en redes sociales de alto alcance, como Twitter, tienen el objetivo de manipular la percepción de los ciudadanos sobre sus líderes y partidos políticos. De hecho, pueden agravar situaciones de crispación y alterar los resultados electorales en beneficio de otros actores.
La Inteligencia Artificial, por su parte, también podría amenazar las elecciones generales. Gracias a esta tecnología, los ciberdelincuentes podrían llevar a cabo campañas manipulativas de deep fakes basadas noticias falsas de manera mucho más ágil. Unas campañas que podrían incluso modificar la percepción de la sociedad e influir en su voto.
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