No siempre fue así, pero a día de hoy el concepto de seguridad está ya integrado de forma sólida y generalizada en el modelo de negocio con el que operan las empresas en España. Cada organización ha diseñado su arquitectura de seguridad, incluida la ciberseguridad con una atención cada vez mayor, adaptándola al sector en el que desarrolla su actividad y a las necesidades específicas que precisa.
Dicha arquitectura es fruto de una evolución en la que la seguridad sigue mejorando constantemente, desde unas estrategias iniciales que eran de tipo defensivo, y en ocasiones incluso “paliativo” de los daños sufridos por una organización, hasta las situaciones deseadas que en la actualidad vienen introduciendo de manera progresiva medidas preventivas y de anticipación. Por el camino ha habido que aprender, y que seguir aprendiendo, de errores y de faltas de previsión hasta terminar por asumir, y convencer de ello a los grandes decisores corporativos, que el concepto seguridad no es un intangible con costes asociados, sino una herramienta imprescindible.
Está también asumido que dejar de utilizar la herramienta de la seguridad, y en especial de la ciberseguridad, acarrea consecuencias muy negativas para el negocio y pérdidas directas y muy tangibles. La creciente digitalización de la economía así lo confirma y más aún en episodios como el de la actual crisis sanitaria que estamos padeciendo.
Así pues, las organizaciones tienen bien interiorizado el valor de la seguridad y la necesidad de invertir en ella para reforzarla. Una empresa contempla el capítulo de seguridad al igual que lo hace con otras partidas como administración o publicidad, sin las que el negocio no puede entenderse. Ese es el camino recorrido por la seguridad en España.
El papel de la ciberinteligencia
Hemos dicho todo lo anterior en referencia a la seguridad, porque estamos convencidos de ello y porque es de aplicación para el caso de la ciberinteligencia y de su papel en el tejido económico y empresarial español. La ciberinteligencia empleada en el ámbito empresarial está recorriendo un camino en España cuyo destino es alcanzar un punto en el que su uso llegue a estar tan generalizado como lo está en otras economías de nuestro entorno europeo o en general en todas aquellas que están mostrando dinamismo y buena adaptación a la internacionalización de los mercados y a la globalización.
Aunque todavía no con el grado de consolidación existente en el caso de la seguridad, las empresas españolas son cada vez más conscientes de lo que la ciberinteligencia puede aportar a sus negocios y muchas de ellas han constituido ya sus propias unidades de inteligencia y análisis para dotar a la organización con estas capacidades en un primer escalón. Conocedoras de sus necesidades, y muchas veces anticipándose a las mismas, tienen también localizado un “mapa de proveedores” de servicios avanzados y capacidades especializadas de ciberinteligencia para poder recurrir a ellos externalizando servicios en caso necesario.
En ese “mapa de proveedores” hay presencia de actores nacionales con capacidades propias muy especializadas y equipos constituidos con una buena trayectoria profesional. Están en crecimiento por tamaño y su adaptación específica a las características de la economía española y al tejido empresarial de nuestro país los da una fortaleza añadida: ciberinteligencia “tailor-made” con soluciones “de marca España”.
El campo de la ciberinteligencia es un buen ejemplo que ilustra cómo en muchas ocasiones “la demanda viene arrastrada desde el conocimiento”. La tendencia del mercado muestra que un número creciente de empresas utiliza la ciberinteligencia en su operativa de negocio a medida que va conociendo el rendimiento que puede obtener de ella y las soluciones que la ciberinteligencia proporciona. En este sentido, se asume que el uso de las herramientas y soluciones propias de la Inteligencia Económica, entre las que cada vez destaca más la ciberinteligencia, suele ser un indicador macro del grado de madurez que ha alcanzado una economía y en el mundo corporativo del punto de evolución en el que se encuentra una organización.
Importancia de la seguridad
También hemos querido hacer referencia a la seguridad al inicio de este artículo, porque la ciberinteligencia proporciona en primer lugar seguridad, entendida esta en el sentido amplio, maduro y exigente del término. La ciberinteligencia anticipa y adelanta seguridad sobre riesgos y amenazas potenciales antes de que se materialicen y resulta básica en la trazabilidad y explicación de los incidentes que impactan negativamente contra la organización, sus unidades de negocio y su plantilla.
En el ámbito empresarial, la ciberseguridad contribuye con sus soluciones y capacidades a consolidar la ventaja competitiva de una empresa, mantener sus fortalezas y corregir sus debilidades con el objetivo último de reforzar el negocio.
Queremos señalar por último que el conocimiento y las respuestas obtenidos del empleo de la ciberinteligencia reducen significativamente el grado de incertidumbre inherente a la vida de cualquier organización, y por ello resulta de especial utilidad para ayudar en la toma de decisiones, tanto desde el punto de vista corporativo como departamental.
Acabamos con el título. Ciberinteligencia y riesgos globales: invertir en el negocio. Más seguridad, mayor ventaja competitiva y una reducción de la incertidumbre para tomar las mejores decisiones.