¿Cuál cree que debe ser la principal lección aprendida de la crisis sanitaria del COVID-19 desde la perspectiva del sector de la Ciberseguridad?
En mi opinión, la primera lección que debemos aprender de esta crisis es lo vulnerables y dependientes que somos como especie. Por un momento creímos ser invencibles, los dueños del planeta. Pero el virus COVID-19 ha puesto de manifiesto que nuestro estado de bienestar puede verse comprometido de un día para otro. Y que la globalidad, además de ser sinónimo de ‘beneficio’, lo es también de ‘vulnerabilidad’ y ‘dependencia’.
Pero esto no es nuevo. Lo vimos en la crisis económica de 2008, cuando la caída de una empresa en Estados Unidos provocó un tsunami que hizo que España necesitase un rescate multimillonario. Y lo hemos visto ahora con el coronavirus. Algo que ha sucedido a 9.000 kilómetros de nuestro país ha provocado, en pocas semanas, que nos encontremos todos confinados en casa lamentándonos por el incesante número de bajas y por el descomunal impacto económico que esto va a provocar.
Inevitablemente, el COVID-19 va a acelerar la transformación digital que ya habíamos puesto en marcha. Además del teletrabajo, infinitos webinars y reuniones telemáticas, estamos dando una tablet a los mayores para que puedan comunicarse con sus familiares, y a los niños para que puedan hacer lo mismo con sus profesores. Y es que la tecnología es el mejor recurso que tenemos para superar esta crisis. No hay duda de eso.
Aunque desde el punto de vista de la ciberseguridad, si antes del COVID-19 recomendábamos capacitar a la ciudadanía con las competencias digitales necesarias para que pueda hacer un uso seguro y responsable de la tecnología, hoy esto se hace imprescindible y urgente. A día de hoy, la mayor parte de los ciberataques se siguen realizando a través del factor humano; el eslabón más frágil de la cadena.
«No hay duda de que la tecnología es el mejor recurso que tenemos para superar esta la crisis del COVID-19»
En esta línea, Gaptain propone su programa Segureskola: Responsabilidad y Competencia digital para colegios. Un programa de intervención integral (profesorado + alumnado + familias) que realiza un diagnóstico inicial en el aula. Además, basándose en los riesgos identificados, personaliza la unidad didáctica necesaria para mitigarlos. A la vez que supervisa la ciberseguridad del entorno conectado del centro y la convivencia en el entorno escolar.
Además de Segureskola, Gaptain provee dos recursos gratuitos que ayudan a familias y colegios a educar en un uso seguro y responsable de la tecnología fomentando la concienciación y prevención de los nuevos riesgos digitales. El primero de ellos es el Blog Educación y Bienestar digital. Se trata de una revista digital. Y en ella, reconocidos expertos del ámbito de la educación y psicología enseñan a educadores, padres y madres a utilizar la tecnología de una forma saludable. Y también a integrarla en el ámbito escolar y familiar, con el objetivo de maximizar el desarrollo intelectual de los menores.
El segundo es el Canal vídeo Educación digital. Son videopíldoras educativas que ayudan a desarrollar un uso seguro de Internet, de las redes sociales y de móviles. Pone el foco en la prevención de riesgos derivados del ámbito digital.
Resulta curioso que la receta para sobrevivir en este nuevo escenario sea precisamente el uso de la tecnología, cuando Gaptain y otras instituciones llevaban ya un tiempo alertando de que, sin disponer de las competencias digitales necesarias, esto podría convertirnos en la sociedad más vulnerable y dependiente de la historia moderna.
Espero que al menos el COVID-19 sirva para que seamos conscientes de lo vulnerables que somos. Y que seamos capaces de dedicar algo de tiempo y recursos a dejar de serlo. Porque, aunque no lo creamos, el ámbito digital que hoy presentamos como la solución a esta a catástrofe global es en realidad tan frágil como nuestra salud.