El Ministerio del Interior, a través de la Secretaría de Estado de Seguridad, ha presentado los datos del Balance de Criminalidad, correspondiente al tercer trimestre del año 2022. En él se recoge la evolución de la criminalidad en España registrada durante los nueve primeros meses del año por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía Nacional y Guardia Civil), los Cuerpos de Policía dependientes de las Comunidades Autónomas (Ertzaintza, Mossos d’Esquadra y Policía Foral de Navarra) y también por aquellos Cuerpos de Policía Local que facilitan datos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Durante ese periodo el número total de infracciones penales registradas en ese periodo fueron 1.734.625 delitos, de los cuales el 87,5 por ciento correspondieron a la categoría de criminalidad convencional. El resto (217.571 infracciones penales) fueron infracciones relacionadas con la cibercriminalidad. Precisamente, este índice se incrementó un 89,3 por ciento sobre 2019.
Por tipos penales, el indicador de las estafas informáticas (191.160 delitos, que representan el 87,9 por ciento de toda la cibercriminalidad y el 11 por ciento de toda la delincuencia registrada hasta septiembre) presenta un incremento del 96,6 por ciento sobre el mismo periodo de 2019.
Finalmente, y para comprender mejor todavía la evolución de la cibercriminalidad y su impacto sobre el conjunto de la criminalidad, el Balance establece algunas cifras más. Los datos de los «últimos doce meses» del tipo de delitos de estafas informáticas suman un total de 254.934, frente a 140.354 en el conjunto de 2019 y 45.894 registrados en 2016. Eso implica que, en apenas seis años, las estafas informáticas conocidas en 2022 crecieron un 455,5 por ciento sobre las registradas en 2016.
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