«La próxima pandemia será un ciberataque», avisa el presidente de Microsoft Latinoamérica

Cartel de aviso de de "System Failure" o fallo del sistema.

Cartel de aviso de un fallo de sistema (en inglés ‘system failure’) que habría dejado bloqueada una red informática.

Gabriela Bustelo

Esta opinión rompedora no es la de cualquiera, sino la del presidente de Microsoft Latinoamérica, el brasileño Rodrigo Kede. Llegado a su alto cargo en la multinacional estadounidense en mayo del año pasado, Kede tiene bajo su mando 30 delegaciones en más de una veintena de países. Licenciado en Ingeniería Mecánica por la Universidad Pontificia de Río de Janeiro, este experto en ciberseguridad asegura que «la próxima pandemia será un ciberataque».

La «explosión digital» crea una disrupción global

El polémico vaticinio lo hizo Rodrigo Kede en el evento anual Microsoft Build, celebrado este año en Argentina, donde le entrevistó Forbes. Este experto opina que la «explosión digital» está generando una disrupción en el ámbito empresarial global. La cuota del PIB mundial que le corresponde a la tecnología ya es de un 5% y llegará al 10% en 2030. Las empresas de todo el planeta deben invertir forzosamente en su digitalización, cosa que las transforma en «compañías de software«. En su opinión, la democratización de la tecnología obliga a las empresas a hacer inversiones significativas en sistemas tecnológicos, cosa todas las empresas del mundo deberán hacer tarde o temprano.

¿Por qué la próxima pandemia será un ciberataque?

La tecnificación es el gran reto que deben asumir las compañías para ser más competitivas. Pero la ciberseguridad y la privacidad van a ocupar un primer plano en el sector comercial durante la próxima década. En un mundo digital donde todo está conectado, nos advierte el experto tecnológico, «lo mismo se puede hackear un coche que un gasoducto». Las empresas de todos los tamaños deben invertir en protección cibernética a la fuerza. Cuando Rodrigo Kede augura que la próxima pandemia será un ciberataque, se refiere a que si se bloquean las telecomunicaciones del planeta, el mundo se paralizará por completo. La emergencia global iría más allá de un confinamiento hasta cierto punto voluntario. La inmovilización planetaria sería absoluta, irremediable y no abordable con medidas políticas. «La pregunta no es si vas a ser hackeado, sino cuándo vas a ser hackeado«, resume Rodrigo Kede.

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